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La diputada nacional Lilia Lemoine dejó sin palabras al Congreso nacional al contar que fue víctima de violación. Fue en medio del debate por la ampliación del Registro de Datos Genéticos, proyecto que finalmente se aprobó por mayoría.
“Los veo reírse frente a una mujer que fue violada hace 18 años y guardo una prueba genética. En 2006 yo fui víctima de violación, golpeo, secuestro. Mi violador seguía libre y volvió varias veces a mi casa. Yo no lo conocía, estaba loco. La Policía supuestamente nunca lo encontró. No sé qué pasó con la causa”, reveló la legisladora de La Libertad Avanza.
“Lo que sí recuerdo”, siguió Lemoine, “es que en ese entonces, porque en mi familia somos todas mujeres, todas matriarcas, me enseñaron que había que defenderse”. “Si alguien te toca, le pegás. Si alguien te quiere abusar, te defendés. Y si no lograste defenderte, lo denunciás. Y hasta que no quede preso, no parás. Porque el violador y el abusador, repite, por un violador suelto hay decenas de mujeres, niños en peligro”, enfatizó.
Su testimonio fue en el marco del debate parlamentario a raíz de la propuesta realizada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que busca entender el registro a todos los delitos y no únicamente a los cometidos por ofensores sexuales. La iniciativa prevé poder comparar las huellas genéticas que se obtengan en la escena del hecho con el perfil genético de los imputados y condenados, agilizando así todos los procesos para alcanzar Justicia.
Lilia Lemoine: “somos mucho más que un cuerpo y tenemos derecho a defendernos”
La reforma, que ahora debe ser convalidada por el Senado, incluye el aporte voluntario de familiares de personas en búsqueda, de manera que se podrá comparar el perfil genético de un cuerpo o de una persona no identificada con esas huellas otorgadas por sus familiares. “Decidí dejar de ser víctima y luchar para que las mujeres supieran lo que yo sabía: que vale la pena defenderse y denunciar”, reflexionó la diputada entre lágrimas, visiblemente conmovida.
Lemoine cuestionó el tratamiento mediático que tuvo su exposición de aquel entonces, y nombró particularmente al conductor televisivo Roberto Petinatto, quien “llegó a se burlarse de mí”, entre otros comunicadores. También destacó, de todos modos, que otros colegas de la prensa sí le dieron la seriedad que merecía el abordaje del tema.
“Esperé 18 años para poder decirlo acá, para que me escuchen todas las mujeres y los hombres de la Argentina. Cuando seas víctima, lo vas a hacer en ese momento, en el momento en que vos denuncias. Le podés salvar la vida a otras mujeres, a otros niños u otros hombres. Hace 18 años guardo una prueba genética, una botellita de agua que el violador usó para tomar. Yo no sé si sirve, pero la guardé esperando”, precisó sobre su calvario personal.
El texto finalmente se aprobó con 146 votos a favor, en 87 contra y 7 abstenciones. Ahora espera tratamiento en el Senado para convertirse en Ley. “Les quiero decir a las mujeres que no tengan vergüenza porque los que hablen mal de ellas cuando denuncian son la basura, son los cómplices y son los que se tienen que callar y sentir vergüenza. Nosotras somos mucho más que un cuerpo: somos un alma y un espíritu, somos todo, y tenemos derecho a defendernos”, concluyó Lemoine.
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