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Tras regresar de su gira por Estados Unidos, el presidente electo Javier Milei habló sobre las medidas que tomará el equipo económico, encabezado por Luis “Toto” Caputo, luego del cambio de Gobierno para buscar terminar con la inflación en un lapso de 18 a 24 meses.
Sin embargo, el mandatario electo aseguró que la primera parte de su gestión va a estar signada por una caída en la actividad económica y altos niveles de inflación que ya fue producida por las políticas llevadas adelante en los últimos meses y que actúan sobre el nivel general de precios con hasta dos años de rezago.
“Va a haber una estanflación”, dijo el mandatario entrante.
Estanflación: qué es, por qué se produce y cómo afecta a la economía
La estanflación es un fenómeno económico que combina dos problemas graves: el estancamiento y la inflación. Se produce cuando la economía de un país no crece, o incluso se contrae, y al mismo tiempo los precios de los bienes y servicios aumentan de forma sostenida. Esto provoca una pérdida de poder adquisitivo de los consumidores, una reducción de la demanda, una disminución de la producción, un aumento del desempleo y una caída del producto interno bruto (PIB).
La estanflación es una situación muy difícil de afrontar para las autoridades económicas, ya que las medidas que se suelen aplicar para combatir la inflación, como subir los tipos de interés o reducir el gasto público, pueden agravar el estancamiento. Por el contrario, las medidas que se suelen aplicar para estimular el crecimiento, como bajar los tipos de interés o aumentar el gasto público, pueden acelerar la inflación. Por tanto, se requiere un equilibrio delicado entre las políticas monetarias y fiscales, así como reformas estructurales que mejoren la competitividad y la productividad de la economía.
El término estanflación fue acuñado en 1965 por el ministro de finanzas británico Ian McLeod, al describir la situación de su país, que sufría una alta inflación y un bajo crecimiento. Sin embargo, el caso más conocido de estanflación se dio en los años 70, cuando la crisis del petróleo afectó a las economías occidentales, que vieron cómo se disparaban los precios de la energía y se reducía la actividad económica. Otros ejemplos de estanflación se han dado en países como Argentina, Brasil, Turquía o Irán, que han sufrido episodios de hiperinflación y recesión.
La estanflación tiene consecuencias negativas para la economía y la sociedad, ya que deteriora el nivel de vida de la población, aumenta la pobreza y la desigualdad, reduce la confianza de los agentes económicos, dificulta la inversión y la innovación, y genera inestabilidad política y social. Por eso, es importante prevenir y evitar la estanflación, mediante una gestión prudente y responsable de la política económica, que garantice la estabilidad de precios, el crecimiento sostenible y el pleno empleo.
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