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El 21 de noviembre se celebra en nuestro país el “Día de la Enfermería“, dado que en el año 1935 se funda la Federación de Asociaciones de Profesionales Católicos de Enfermería, quien nombra como patrona a la virgen de los Remedios.
Por este motivo, Radio LU12 AM680 se comunicó con una profesional de esta rama, Ana Elsa Lamas, quien contó por qué decidió elegir ser enfermera. Todo se remite a sus primeros días de vida.
Ana, que este año visitó los estudios de la radio por haber sido una de las dos candidatas a intendenta de Río Gallegos, de la mano del partido provincial SER, dijo que “cuando nací, mi mamá tomó la decisión de dejarme en el hospital, me abandonó y se fue a escondidas, y quedé al cuidado de una enfermera”.
La enfermera se llamaba Elsa Barría, quien la cuidó y alimentó durante los primeros ocho días, hasta que le dieron el alta. El resto de la historia continuó con la adopción por parte de una familia. Sin embargo, a medida que fue creciendo y conoció su historia, decidió que quería ser también enfermera en honor a esa mujer.
En declaraciones que hizo a La Opinión Austral, Ana, que actualmente tiene cincuenta años, contó que “a mi me pusieron de nombre Elsa en honor a ella y además me crie en una familia de enfermeros. De tíos enfermeros, abuelas enfermeras, y dije: ‘El día que yo sea grande, voy a ser enfermera para poder volcar un poquito de lo que me dieron'”.
Fue su madre adoptiva, Margarita Cárdenas, quien luego le contó la historia de sus primeros días en el hospital y fue así que Elsa decidió conocerla. “Cuando soy grande y conozco la historia, la encuentro, pero estaba enferma de cáncer. Tuvimos una conversación muy cortita y al poco tiempo falleció, por eso no tuve oportunidad de compartir con ella”.
Sobre la carrera que eligió, dijo que “tuve la oportunidad de estudiar, estudié auxiliar de enfermería, siempre con el deseo de poder devolver un poquito de lo que me habían dado, el cariño del cuidado de enfermería. Nunca hice mucho hincapié en el por qué de lo que me pasó, sino en el resultado final, de toda la gente que se ocupó de cuidarme todo ese tiempo hasta que mi mamá adoptiva falleció”.
Elsa estudió la carrea de auxiliar de enfermería en ATSA. Luego “estuve trabajando en la Clínica Medisur, estuve un tiempo y después me dediqué a trabajar particularmente todo lo que eran internaciones domiciliarias y todo eso. Actualmente soy asistente dental del hospital, pero la parte de enfermería la hago particularmente. Inyectables, tomar presión, todo a domicilio”.
Tan amplio es el vínculo entre Ana y la enfermería que su esposo también se dedica a lo mismo. Se conocieron cuando ella se anotó a la carrera y recientemente se casaron en una ceremonia que tuvo lugar el dos de septiembre pasado.
Respecto a su paso por la política, Lamas sostuvo que frente al escenario que se presenta con el triunfo de La Libertad Avanza, “todos los ciudadanos estamos esperando un cambio, pienso que hay mucha esperanza. Un cambio para bien, que hace falta”, porque “esto se levanta trabajando y hay que ponerle el pecho a las balas para seguir adelante”.
Ya en la campaña se había definido como “una mujer laburadora, la que quiere trabajar, la que quiere acompañar al que trabaja y yo coincido con el gobernador electo, esto se hace trabajando, no hay otra manera”.
Los inicios de la enfermería en Argentina -una labor que resultó clave durante la pandemia de coronavirus- se dieron debido a un proceso de industrialización que América Latina afrontaba. Con el trabajo de la mano de obra se requería de profesionales que pudieran asistir y brindar atención médica a los colaboradores.
Los primeros años de la carrera de enfermería fueron en 1939, cuando la Universidad Nacional del Litoral, ubicada en Rosario, creó la Escuela de Nurses. Después de 13 años, la Universidad Nacional de Tucumán siguió sus pasos fundando su Escuela de Enfermería.
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