Con el respaldo explícito de la administración de Joe Biden, Argentina firmó con Dinamarca una carta de intención por 24 aviones F16 que serán equipados por Estados Unidos.

El ministro de Defensa, Luis Petri, y su par danés, Troels Lund Poulsen, se reunieron esta mañana en el Edificio Libertador para formalizar una decisión política de Javier Milei destinada a recuperar la capacidad bélica de la Fuerza Aérea.

Tras el cónclave entre Petri y Poulsen, se sirvió un almuerzo que incluyó al jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y a Marc Stanley, embajador de Estados Unidos en Argentina. Petri y Posse agradecieron las gestiones del gobierno danés y la Casa Blanca para cerrar la operación comercial, mientras que Poulsen y Stanley elogiaron la voluntad política de Milei de acelerar una decisión que implicó enfrentar a China.

Petri viajará a Copenhague hacia mediados de abril, y en la capital de Dinamarca se hará la firma definitiva del contrato por los 24 aviones F16. Las naves fabricadas por Lockheed Martin -una empresa estadounidense- llegarían a partir de diciembre de 2024.

Cuando Petri y su colega Poulsen hayan firmado, Estados Unidos pondría a disposición de la Argentina un contrato por 40 millones de dólares en equipamiento para los F16. Se trata de una donación de la administración Biden que el embajador Stanley obtuvo tras intensas negociaciones bajo radar.

El Congreso de los Estados Unidos dio luz verde a la operación de compra-venta con Dinamarca, pero faltaba que el Foreign Office aceptara la decisión geopolítica de la Casa Blanca. Se trataba de una decisión que enterraba mas de cuarenta años -desde 1982- de sistemática resistencia a los pedidos de Balcarce 50.

Argentina defiende la soberanía nacional en las Islas Malvinas, que el Reino Unido rechaza de manera sistemática. En este contexto, Londres se negaba a permitir que Argentina acceda a tecnología militar con participación inglesa. Y la explicación es obvia: ningún estado ocupante permitiría que su eventual enemigo accediera a recursos bélicos que podría usar en su contra.

Washington hizo una gestión extraoficial con el Foreign Office y logró que Londres aceptara que la administración Milei pudiera comprar los 24 aviones a Dinamarca. El staff de Biden también presentó un argumento “obvio”: es mejor permitir la venta de las naves danesas a la Argentina, que China coloque sus aviones F17 para profundizar su influencia en América Latina y la Argentina.

Los aviones F16 significan una mejora sustancial de la capacidad bélica de la Aviación, que es cuasi inexistente desde la caída de Puerto Argentino en 1982. Sin embargo, esa mejora no será un proceso corto y automático: se necesitará de nuevos hangares, entrenamiento y recursos económicos, que en la actual coyuntura son escasos.

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