En la noche del miércoles, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, abrió las puertas de la Catedral Metropolitana, ubicada a metros de la Casa Rosada, para brindar asistencia alimentaria a personas en situación de calle, mientras continúa la crisis por los alimentos almacenados por el Gobierno en galpones del Ministerio de Capital Humano.
“No hay mayor pobreza que la indiferencia”, dijo el arzobispo el martes. Durante el Tedeum del 25 de mayo, cuando lo tuvo enfrente a Milei, el ex obispo de Río Gallegos pidió hacerse cargo de las responsabilidades “sin echar culpas como adolescentes”.
“Compartiendo la mesa en la Catedral de Buenos Aires. Una mesa donde nadie queda afuera… Una mesa que dignifica, transforma historias y construye vínculos. Una mesa que nos iguala. Una mesa que se pinta de emociones, relatos y vida!”, compartieron desde la Red Solidaria en sus redes sociales.
Por su parte, Juan Carr, líder de la ONG, expresaron: “Como toda familia, no hay nada más lindo que sentarse a la mesa y compartir la vida. La calle no es un lugar para vivir“.
Olla popular en la Catedral porteña
Como es habitual, cada noche cientos de personas se acercaron al centro porteño para recibir un plato de comida. Todos los días se organiza una olla popular, aunque esta noche, excepcionalmente la Catedral decidió sumarse a esta iniciativa. Se trató de una actividad conjunta entre el Arzobispado de Buenos Aires y los Hogares de Cristo, unas 60 parroquias que trabajan con personas en situación de calle.
“Cada vez se ve el incremento de personas, de familias, de chicos de muy baja edad, en situación de calle. Es desesperante y doloroso“, señaló Sergio, integrante del Hogar de Cristo de Ciudad Oculta, en diálogo con C5N.
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