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En el marco del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, este jueves se inauguró la Ciudad de la esperanza papa Francisco en Villa Soldati.
En la oportunidad, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva presidió la misa y también se inauguró el monumento al papa Francisco de Arte Villalba Escultura, el estudio artístico dirigido por Miguel Jerónimo Villalba.

Cabe recordar que Villalba es también creador de las obras del Paseo de los Presidentes de la Democracia, Monumento a los peones rurales de la Patagonia, Soldado Ortega y el Homenaje a Osvaldo Bayer que se encuentran emplazadas en Río Gallegos.
En la Ciudad de la esperanza funcionará un espacio de contención, acompañamiento y desarrollo para el Centro barrial “Punto esperanza”, el Hogar de hombres “Corazón de Jesús” y la panificadora “El pan nuestro de cada día”.
Centro de Inclusión Social
Previamente, este miércoles, fue inaugurado el Centro de Inclusión Social “La Mano de Dios”, un parador dedicado a rehabilitar a personas con consumos problemáticos y en situación de calle que está ubicado en el barrio de Once y está a cargo de la Familia Grande del Hogar de Cristo.
La actividad, organizada por la Pastoral Judicial, fue encabezada por el arzobispo García Cuerva, quien presidió una misa en la que llamó a “poner el cuerpo” y a no abandonar “al que se cayó”.
En la oportunidad también se desarrolló un nuevo encuentro de “Diálogos por una justicia más humana”, del cual participaron los jueces federales Alejandro Slokar y Angela Ledesma, que coincidieron en la necesidad de una justicia más humana y social.
“Llegamos tarde. No puede ser que los pibes y los excluidos accedan a los tribunales solo como acusados. La verdadera reforma judicial empieza cuando el poder se pone al servicio de los barrios y los olvidados”, expresó Slokar.
“El Estado se está retirando de todos lados. Y ante ese panorama, lo único que podemos hacer es salir del escritorio y estar donde nos necesitan. Hay violencia institucional que no se ve, pero lastima todos los días”, señaló la defensora General de la Ciudad, Marcela Millán.
“Esto no lo resuelve nadie solo. La Iglesia, la justicia, las organizaciones y el Estado tenemos que actuar juntos”, resumió el padre Gastón “Tonga” Colombres, anfitrión del parador.
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