En Navidad, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva presidió la misa en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires para celebrar el nacimiento del Niño Dios.
Luego de la lectura del prólogo del Evangelio según San Juan, monseñor García Cuerva señaló su complejidad y la “densidad teológica” del mismo. “(Dios) lo que nos quiere transmitir es cuánto nos ama, lo que nos quiere transmitir es que es un loco de amor por la humanidad. Y no lo hace con un discurso teórico, no lo hace con ideas o con doctrinas, lo hace con hechos, por eso la Palabra se hizo carne”, aseguró.
“No puede dejar de sorprendernos, de maravillarnos, tomar conciencia que este Dios, enamorado de la humanidad, nos dice con hechos cuánto nos ama, por eso se encarnó, por eso se hizo uno de nosotros, por eso comparte nuestra fragilidad, nuestra debilidad. Por eso comparte todo y su primer Palabra es como la nuestra, un llanto, el llanto de un bebé que se deja abrazar por la ternura de su madre y envolver en pañales”, manifestó.
“Dios no es mudo pero tampoco es un Dios lejano, no es un Dios distante, acampa entre nosotros, habita entre nosotros y elige habitar en un pesebre”.
“Presentémosle a Dios nuestra vida, pero no le presentemos a Dios nuestros éxitos, no le pidamos que nazca en nuestros logros o que nazca en los mejores lugares de la vida nuestra, del corazón. Pidámosle a Jesús que nazca en la parte de mi vida que se parezca de verdad al pesebre, al corral. Pidámosle a Jesús que nazca en la parte más oscura de nuestra vida, en el pecado, en la tristeza, en la angustia, en la soledad, en aquella parte de la vida que nos da hasta vergüenza mostrársela a Dios. Allí Él quiere nacer y hacer nuevas todas las cosas”, expuso el arzobispo.
García Cuerva no desconoció las diferentes realidades y manifestó: “No está todo bien. Hay muchos que la pasan mal. Así como Jesús nació en el pesebre, hay muchos que están en la calle. Hay muchos que están sufriendo el flagelo de la droga. Hay muchos que están viviendo la angustia más profunda de la soledad. Hay abuelos que nos llegan a fin de mes. Hay pueblos que están en guerra. Hay mucha gente que vive víctima de la violencia intrafamiliar. No está todo bien”.
En este sentido, continuó “¿por qué nos decimos Feliz Navidad? Nos decimos Feliz Navidad porque no está todo perdido. Porque aunque falta de todo como en aquél pesebre de Belén, lo que sobra es el amor de Dios que se encarna y se hace uno de nosotros. Y nosotros tenemos que ser testigos de ese amor. Y lo tenemos que ser de la misma manera que Jesús. Es decir, no con palabras, sino con hechos”.
“Cuando la fragilidad de los demás nos atraviesa en el corazón, cuando el dolor ajeno hace añicos nuestras sólidas certezas, entonces ya comienza la paz”.
“Es Feliz Navidad porque Dios te ama. Es Feliz Navidad porque no te lo dice, sino que lo hace concreto, haciéndose uno de nosotros en el portal de Belén. Es Feliz Navidad porque entiende tu dolor porque Él lo sufrió. Entiende tu exilio porque Él fue exiliado en Egipto. Entiende tu dolor porque Él fue exiliado en Egipto. Entiende la tristeza porque Él también la experimentó. Entiende a tu familia porque Él también la tuvo”, exclamó.
García Cuerva recordó también las palabras del papa León XIV en la homilía de la misa de Navidad: “Cuando la fragilidad de los demás nos atraviesa en el corazón, cuando el dolor ajeno hace añicos nuestras sólidas certezas, entonces ya comienza la paz. La paz de Dios nace de un sollozo acogido, de un llanto escuchado. Nace entre ruinas que claman una nueva solidaridad. Nace de sueños y visiones que como profecías invierten el curso de la historia”.
“Que podamos escuchar el llanto del bebé. Que el llanto del bebé nos despierte de la indiferencia. Que el llanto del bebé nos despierte de la impotencia. Que el llanto del bebé nos haga tomar conciencia que el dolor del hermano es propio. Y entonces cuando le diga Feliz Navidad me comprometa en la solidaridad, me comprometa en la generosidad, me comprometa en ser testigo de la ternura y del amor de Dios que también experimento en mi propio corazón. Que a pesar de ser como soy me sigue diciendo que me ama con locura. A pesar de ser como soy, todos los años vuelve a apostar por mí, por vos, por todos. Y por eso nos decimos Feliz Navidad“, cerró.
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