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El presidente Javier Milei llegaría este viernes a Santa Cruz en el marco de un viaje que tiene como destino final la Base Marambio para iniciar un proyecto multilateral que apunta a preservar la principal reserva de agua potable del planeta, confirmaron fuentes oficiales a La Opinión Austral.
El primer mandatario, arribaría a la provincia patagónica junto a el diplomático Rafael Grossi, la canciller Diana Mondino y el ministro de Defensa, Luis Petri, junto a otros miembros del Gabinete. Pasaría la noche en Río Gallegos, donde se quedaría en la gamela, ubicada en el aeropuerto y que pertenece al comando antártico o en la guarnición del Ejército.
Sin embargo, no se descarta que el vuelo presidencial vaya directo a Río Grande o Ushuaia.
El objetivo del viaje
En una reunión en Casa Rosada con Javier Grossi, director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), un resorte clave de las Naciones Unidas que intenta armonizar los intereses nucleares de los principales protagonistas del tablero internacional; el Presidente y Grossi analizaron la agenda global y la particular situación de América Latina: es la única zona del planeta que no registra -oficialmente- armas de destrucción masiva.
Durante la reunión, Grossi explicó a Milei que la OIEA impulsa un proyecto de control de contaminación en la Antártida, y el jefe de Estado decidió viajar a la Base Marambio para poner en marcha la iniciativa que tiene su antecedente en un programa idéntico que se está desarrollando en el Ártico.
Programa de control de polución en la Antártida
El 7 de junio de 2022, la revista científica The Cryosphere publicó un minucioso estudio que reveló el hallazgo de restos microscópicos de plásticos en la nieve de la Antártida. Se encontraron microplásticos en 19 emplazamientos de la Isla de Ross -a casi 60 kilómetros de la Base Marambio-, la base Ross y la Estación McMurdo.
Estas pequeñas partículas de plástico, que ya habían sido detectadas en el agua y hielo marino, tienen el potencial de influir en el clima, ya que en gran escala podrían acelerar el derretimiento del hielo y nieve, sostiene el estudio publicado en The Cryosphere.
El grupo de científicos que utilizó técnicas de análisis químico y con microscopios identificó la presencia de 29 partículasde microplásticos por litro de nieve, en las inmediaciones de las bases Scott y McMurdo, y en la Isla Ross. Los científicos desconocen desde hace cuanto tiempo la nieve fresca de la Antártida contiene este material dañino para su ecosistema.
En octubre de 2022, a través de la iniciativa NUClear TEChnology for Plastic Pollution Control, se firmó un Memorandum de Entendimiento entre el Gobierno de la República Argentina y el OIEA. El Memo establecía la colaboración para monitorear la presencia de microplásticos en la Antártida, así como propiciar el intercambiar datos y conocimientos técnicos.
Seis meses más tarde, se organizó una encuentro en los laboratorios de la OIEA en Mónaco que fue protagonizada por representantes de la Cancillería del Instituto Antártico Argentino (IAA). En esa reunión se avanzó en la iniciativa que lidera Grossi, pero al final todo quedó en un impasse a la espera del próximo gobierno.
Grossi aguardó la asunción de Milei y decidió reactivar el proyecto ecológico que es inédito en la Antártida. De esta manera, el director general de la OIEA se reunió con la canciller Mondino y el ministro de Defensa, Luis Petri.
Milei recibió a Grossi en Balcarce 50 y anunció su apoyo al programa de control de polución en la Antártida: viajará a la Base Marambio para iniciar un proyecto multilateral que apunta a preservar la principal reserva de agua potable del planeta.
Será el primer viaje presidencial en 2024.
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