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Por Florencia Golender

El abrazo entre el presidente de la Nación, Javier Milei, y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, en el marco de la Cumbre del G20 en Brasil, fue difundido por el gobierno nacional y augura, según estiman en ese entorno, que las tratativas por un nuevo acuerdo para ampliar la deuda y refinanciar los vencimientos en el 2025, año electoral, entra en sus meses definitivos.

Se entusiasman por la calidez en el trato mutuo y la segunda imagen compartida oficialmente con pulgares arriba -gesto típico de Milei-, que la titular del Fondo no dudó también en levantar, en conjunto con la cercanía del cambio de gestión en la Casa Blanca. Faltan dos meses para que el republicano electo, Donald Trump, asuma en los Estados Unidos -principal acreedor del FMI- y Milei está a la espera de un “apoyo claro”.

En Río de Janeiro, contó luego Georgieva en su cuenta de X, “tuvimos otra reunión productiva con el presidente Milei de Argentina. Hicimos un balance de los impresionantes avances logrados en la estabilización de la economía y su fortalecimiento en el mercado”, compartió sobre el cumplimiento de las metas del programa actual en 2024 y del ajuste fiscal.

“Estamos dispuestos a apoyar a Argentina y a su pueblo para seguir avanzando en estos logros”, agregó la directora gerente del FMI dejando la puerta abierta a un nuevo acuerdo por la deuda en el que quedará especificado cómo traducirá esa predisposición.

Javier Milei y Kristalina Georgieva en la Cumbre del G20 en Brasil, pulgares arriba.

Georgieva optó por una foto más formal con Milei en su cuenta de X. Sin el pulgar arriba. Más allá del detalle menor, en el gobierno esperan que la predisposición se traduzca, principalmente, en dos cuestiones centrales para los próximos años de gobierno libertario.

Por un lado, en patear para adelante los vencimientos de la deuda tomada en 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri y refinanciada en 2022 por el de Alberto Fernández. La idea es aliviar la presión sobre las reservas del Banco Central en el año en que se renovará el Congreso con las elecciones legislativas, una instancia que suele generar cierta volatilidad en el mercado cambiario.

En especial, a la luz de la batalla que propone La Libertad Avanza contra el peronismo kirchnerista y con la centralidad opositora en la figura de la expresidenta, Cristina Kirchner.

Al mismo tiempo, fondos frescos para las reservas. La ampliación de la deuda por 45 mil millones de dólares que Macri tomó en 2018 -casualmente con el “ok” político de los Estados Unidos durante la primera presidencia de Trump-, permitiría a Milei afianzar su plan económico y político para la Argentina.

En el gobierno calculan entre 5 mil y 10 mil millones de dólares. Pero no son pocos los que deslizan que el ministro de Economía, Luis Caputo, negocia desembolsos por un monto total de hasta 15 mil millones de dólares más de deuda para el país.

Caputo acompañó a Milei a la reunión con Georgieva en Brasil. También, la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei: el canciller, Gerardo Werthein; y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno.

En el equipo económico del Presidente calculan que antes de fin de año, cuando formalmente se termina el programa vigente del préstamo stand by, estarán terminadas las dos revisiones pendientes. Instancia a la que le sigue la aprobación del board y la publicación del Staff Level Agreement -informe técnico del Fondo donde deja establecido si se cumplieron o no las condiciones y metas del acuerdo-.

Milei espera que el FMI se ponga en acción con la ayuda de Trump para impulsar desde la Casa Blanca el envío de fondos frescos. Esa dependencia, según estiman en el gobierno, dará frutos pronto aunque no ponen fecha.

La intención es que esos refuerzos para las reservas del Banco Central permitan afianzar el modelo de estabilización económica y de competencia de monedas, al tiempo que facilite levantar el cepo cambiario en su totalidad.

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