Un testimonio clave se sumó hoy en el juicio oral y público que se lleva adelante por el asesinato del joven mapuche Rafael Nahuel en 2017, cuando el perito balístico Roberto Nigris detalló que las vainas servidas de proyectiles 9 mm que se encontraron durante la inspección ocular estaban en un trayecto “de cien metros”, lo que demuestra para las querellas que existió una persecución por parte de los integrantes del grupo Albatros de la Prefectura Naval contra los miembros de la comunidad mapuche de Villa Mascardi.
Nigris, por otra parte, defendió la primera pericia balística realizada -y de la que participó- que arrojó como resultado que el disparo mortal provino de un subfusil MP5, que con posterioridad se confirmó que pertenecía al equipo entregado al cabo primero Francisco Javier Pintos.
El perito balístico se mostró sorprendido por la decisión de realizar una segunda pericia, que el juez subrogante Gustavo Villanueva solicitó a Gendarmería, e intentó presenciar dicho trabajo, pero esa posibilidad le fue negada por el Juzgado Federal de Bariloche.
Esa segunda pericia, realizada por una fuerza de seguridad dependiente del mismo ministerio que conducía Patricia Bullrich, arrojó un resultado contrario a la primera.
Nigris aseguró ante el Tribunal Oral Federal de General Roca que técnicamente esa pericia no cumplió con las exigencias mínimas para determinar el vínculo entre un proyectil y un arma.
Durante la instrucción de la causa, y en función de la mencionada contradicción en la pericia, el juzgado ordenó un tercer estudio de ese tipo, en este caso a cargo de una dependencia del Ministerio Público de Salta.
Previo a esa pericia, Nigris recibió un llamado por parte del Juzgado consultándolo si tenía en su poder el proyectil extraído del cuerpo de Nahuel y el arma MP5 señalada inicialmente como la utilizada para el disparo mortal.
“Sentí molestia por esa llamada“, planteó el profesional ya que transparentaba que el Juzgado desconocía si se había garantizado la cadena de custodia de la bala y del arma cuestionada.
El juicio por el asesinato de Rafael Nahuel que realiza el Tribunal Oral Federal de General Roca entró esta semana en una etapa clave, ya que deben testificar los peritos que intervinieron en las diligencias realizadas sobre las armas y proyectiles que utilizaron los integrantes de la agrupación Albatros, grupo de elite de la Prefectura Naval Argentina, acusados por el homicidio.
Esos testimonios son trascendentes para el futuro del proceso judicial, debido a que se expondrán las contradicciones de las tres pericias balísticas realizadas durante la instrucción de la causa.
Rafael Nahuel fue asesinado durante una represión de los Albatros ocurrida el 25 de noviembre de 2017, en el marco del desalojo de la comunidad Lafken Winkul Mapu en la zona del lago Mascardi, en la provincia de Río Negro.
Para la audiencia de hoy y mañana fueron citados siete peritos, quienes participaron tanto de la autopsia al cuerpo de Nahuel, como de las pericias sobre las armas de los Albatros y el proyectil extraído del cuerpo de la víctima.
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