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La vida de Daniel Busson, detenido desde hace 11 años y seis meses acusado del asesinato de Lucas Melo, tomó un giro inesperado en 2022 cuando conoció a Lucía Di Tullio, quien desde entonces se ha convertido en su pareja y en una ferviente defensora de su inocencia.
Esta es la historia de una conexión que nació en medio de adversidades y lucha, y que hoy aguarda un desenlace marcado por la decisión de la Corte Suprema de Justicia.
Un encuentro inesperado que cambió todo
Daniel y Lucía se conocieron en octubre de 2022 gracias a las redes sociales. En aquel momento, Lucía, estudiante de derecho en su primer año, aceptó ayudar a Daniel a hacer visible su caso. Al revisar los expedientes, notó irregularidades que la convencieron de que se trataba de una causa armada por la policía, calificando a Daniel como un “perejil”.
“Una cosa llevó a la otra hasta que nos llevó a hacer pareja. Yo no tenía una experiencia de ir a una unidad carcelaria pero yo estaba en un momento de mi vida donde yo salvé a Daniel y él me salvó a mi”, relató Lucía a El Provincial ya que la madre de la joven había fallecido hacía algunos meses y más allá de estar distanciados él la llama todo el tiempo y se ayudan mutuamente.
La relación entre Lucía y Daniel no ha estado exenta de controversias. Desde su entorno familiar hasta sus amistades, la joven ha enfrentado críticas por su decisión, pero asegura no arrepentirse ni un segundo. En su hogar en Lanús, Lucía tiene todo preparado para el día en que Daniel recupere su libertad: un placard lleno de ropa para él y una casa que refleja su historia compartida, con fotos de ambos y hasta un perro que simboliza su vínculo.
“Nos separa un muro interminable, pero hay muchas cosas que nos unen”, afirmó Lucía. Las paredes de la celda de Daniel están llenas de fotos de ella, mientras que su casa está impregnada de recuerdos y esperanza.
La lucha por la libertad de Daniel
El caso de Daniel Busson, detenido por el asesinato de Lucas Melo en un intento de robo el 7 de abril de 2013 en Zárate, sigue en la segunda vocalía de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Familiares, amigos y numerosos amicus curiae respaldan su inocencia, aportando evidencias que demuestran fallos en la investigación y apuntan a una causa armada.
Lucía, por su parte, no pierde la esperanza. “He imaginado tantas veces el día en que Daniel recupere su libertad que no sé qué haré cuando suceda. Lo deseo con tanta fuerza que no lo voy a poder creer”, afirmó con emoción.
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