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La industria pesquera argentina permanece es una escalada de tensión sin precedentes, luego de que el Sindicato Obrero Marítimos Unidos (SOMU) de Puerto Madryn denunció el fin de semana pasado un intento de las empresas de imponer un “contrato de ajusteilegal que implicaría una baja del 30% en el salario de producción de los marineros.

César Zapata, delegado del SOMU en Puerto Madryn, dialogó con LU12 AM680 Radio Río Gallegos, y adelantó que fueron convocados por el Ministerio de Capital Humano de la Nación a una reunión de urgencia para este martes. 

“El reclamo es para que las empresas respeten nuestro convenio colectivo de trabajo y no induzcan a firmar algo que no estaba avalado ni por el Ministerio de Trabajo ni por el gremio”, sentenció Zapata, haciendo un llamado a la “memoria” de las ciudades portuarias para que identifiquen a “dos o tres empresarios” que, según él, “manejan el recurso de todos los argentinos y le están haciendo mal a la ciudad”.

El SOMU aseguró que a las pesqueras no les importa el alivio fiscal, sino el CCT de los marineros.

Explicó que el conflicto actual tiene sus raíces en una cumbre de empresarios en Barcelona, España, donde se habría discutido el futuro de la pesca en Argentina. “No se le había tomado tanta importancia y al final terminó siendo un problema para todos, pero esto lo hablaron en Barcelona”, afirmó. Los empresarios, según el delegado, habrían decidido unilateralmentebajar un sueldo de la producción un 30%“.

La situación se hizo “realidad en el Ministerio de Trabajo“, donde el SOMU rechazó rotundamente la propuesta. Zapata enfatizó que una reducción del 30% es imposible, es un montón de plata para el trabajador“.

César Zapata, delegado del SOMU en Puerto Madryn. FOTO: REDES SOCIALES

Crisis en Madryn

El punto de quiebre ocurrió con la llegada de tres barcos a Puerto Madryn. Los marineros fueron citados a embarcar y, una vez a bordo, un escribano intentó que firmaran un “contrato de ajuste a la baja” que, según el SOMU, es “inválido” y está “fuera de la ley”.

Los 90 trabajadores de estas embarcaciones se negaron a firmar, con un “acatamiento del 100%“. Como represalia, la tripulación fue “desembarcada de oficio” y enviada a sus casas. “Nosotros hace dos semanas habíamos firmado un acta de acuerdo de una suba salarial y ellos mismos se comprometían a no tocar el convenio colectivo de trabajo y de un día para el otro vienen con un contrato de ajuste a la baja del 30%“, denunció Zapata, evidenciando una “extorsión” por parte de los empresarios.

El SOMU aguarda por una pronta convocatoria de la Provincia de Chubut para dialogar.

El sindicato actuó rápidamente presentando una denuncia en el Ministerio de Trabajo de Chubut y en Prefectura, buscando resguardar la fuente laboral de los trabajadores. La comunidad de marineros en el puerto se unió para apoyar a los afectados, sabiendo la presión a la que serían sometidos.

Sin solución definitiva

El SOMU ha mantenido contacto con el Gobierno Nacional, que si bien ha manifestado que el conflicto es un “problema de privados“, ha ofrecido algunos “alivios fiscales” para intentar destrabar la situación. Esto incluye un porcentaje del DUVE (Derecho Único de Extracción) y un alivio fiscal en las retenciones, además de un esquema de 70-30 para lo no remunerativo sobre la producción. El sindicato también cedió en su cuota sindical y en aportes para capacitación.

Sin embargo, a pesar de que este paquete representaría un alivio fiscal del 27% para las empresas, “no fue suficiente para ellos”, lamentó Zapata. “Están ensañados y siguen ensañados que acá es el convenio de trabajo del trabajador y el 30% a la baja. No les importa, sinceramente no les importa el alivio fiscal que le da el gobierno“, concluyó, acusando a los empresarios de jugar a la extorsión con el “recurso de los argentinos”.

Los Marineros en Puerto Deseado también rechazaron la rebaja salarial. FOTO: MAR Y PESCA

Impacto regional 

La paralización de la actividad pesquera está teniendo un impacto devastador en las economías regionales. Zapata recordó que la pesca es la tercera entrada de divisas más importante para el país, y esta inactividad representa “mucho dinero que el Estado se está perdiendo“, especialmente en un contexto de necesidad de dólares y con una porción significativa del impuesto a las ganancias proveniente de las mareas.

La situación es crítica en varios puertos del país, incluyendo Puerto Madryn, Puerto Deseado, Bahía Blanca y Mar del Plata. “Estamos viendo cómo sufren los puertos“, señaló Zapata. “Puerto Deseado está vacío, no hay nadie en la calle“. La falta de actividad afecta a toda la cadena de valor: amarradores, estibadores, camioneros, hoteles, restaurantes y pequeños negocios.

Zapata estimó que en esta temporada, solo en algunos puertos, debería haber un mínimo de 200 marineros generando ingresos diarios, dinamizando la economía local. Gobernadores como Claudio Vidal (Santa Cruz) y Nacho Torres (Chubut), junto a intendentes, se han reunido en Buenos Aires para expresar su preocupación y ofrecer ayudas como un alivio en el combustible, pero “nada de eso le sirve” a los empresarios.

Por último, se supo que en Puerto Deseado los marineros se reunieron en la terminal marítima para reforzar el concepto de lucha entre los trabajadores para decirle no a la rebaja salarial que quiere negociar la parte empresaria.

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