*Por Sabrina Pont

La reunión por el Día de la Industria Minera el 7 de mayo, que cada año convoca al sector minero de todo el país y que por primera vez se realizó en la provincia de Córdoba, dejó en clara evidencia la armonía que reina hoy entre los empresarios privados y la autoridad minera nacional.

Tantos en los discursos de los representantes de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) como en el del secretario de Minería de Javier Milei, Luis Lucero, se repitió casi como un mantra que la minería argentina tiene por delante la gran oportunidad de posicionarse como uno de los principales motores de desarrollo del país y que ahora sí hay grandes chances de que se den las condiciones para que el sector privado pueda dar el puntapié que finalmente la pondrá en marcha.

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Luis Lucero, secretario de Minería de la Nación. FOTO: MARTÍN BRUNELLI / CAEM.

La industria experimenta un clima de época favorable como no ha ocurrido en mucho tiempo“, evaluó Lucero y celebró que el presidente de la Nación la considere “eje fundamental para la actividad económica que debe alejarnos de décadas de frustraciones, decadencia e incremento de la pobreza”, como si observara la gestión de Milei desde afuera, aunque sea parte.

“La industria experimenta un clima de época favorable”.

LUIS LUCERO, SECRETARIO DE MINERÍA

En el mismo carril, el titular de la CAEM, Roberto Cacciola, destacó la voluntad del sector de que “se concreten los proyectos, se genere empleo de calidad y bien remunerado, de contribuir a la disminución del desempleo, fortalecer a las economías regionales y generar mayores divisas para el país. En fin, que la industria minera sea un actor relevante para salir del estancamiento en el que nos encontramos”.

Son varios los indicios que se presentan y ratifican las expectativas que hay puestas en el despegue minero argentino. Por su parte, Lucero apuntó a la transición global hacia la electromovilidad como una ventana de oportunidad que se abrió para la producción de litio y mencionó las estimaciones en relación con el cobre, que muestran que es probable que la demanda supere la extracción ya existente o planificada para el corto plazo, como algunos de los escenarios que a su entender plantean las “grandes oportunidades”.

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Roberto Cacciola, presidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras. FOTO: MARTÍN BRUNELLI / CAEM.

Es nuestra opción no desaprovecharlas. Lo que está en juego es la calidad de vida de las generaciones que nos siguen y, antes, la oportunidad de crear empleo y sacar de la pobreza a muchos de nuestros hermanos argentinos sumergidos en condiciones de vida que nos interpelan a aquellos que hemos sido beneficiados por condiciones sociales y de educación”, consideró el abogado especializado, exsocio del estudio Marval O’Farrell Mairal.

Oportunidades

De parte de CAEM, la directora ejecutiva, Alejandra Cardona, se encargó de enumerar esas oportunidades que se plantean para el sector. “Con la minería argentina abriremos camino hacia la transición energética de la mano del litio y el cobre. Para construir esas minas que produzcan litio y cobre, necesitamos áridos, cemento, piedra y tantos otros minerales que nuestro suelo nos provee. Si avanzamos en el desarrollo minero, también mejoraremos la infraestructura y las condiciones de vida de nuestra gente. ¿Qué vamos a hacer ante esta oportunidad? ¿La vamos a dejar pasar?”, interpeló a los asistentes a la cena por el Día de la Minería.

A lo largo de las últimas dos décadas, los mineros tuvieron como interlocutores en los sucesivos gobiernos nacionales de distinto signo a funcionarios que, aunque con poca incidencia en las decisiones importantes, comprendieron las necesidades de la industria. Surgieron de diversos ámbitos, algunos con trayectoria en la función pública, otros fueron propuestos por gobernadores de provincias mineras y otros contaban con vínculos en el ambiente empresarial, como es el caso de Lucero, quien además ocupó cargos corporativos en grandes empresas.

“Con la minería abriremos camino hacia la transición energética”.

Si hay algo que puede verse hoy diferente, con medido entusiasmo, es que hay una primera señal concreta que apunta al sector y que además es parte de una cruzada mayor del propio Milei y trasciende la gestión de Lucero: se trata del Régimen de Incentivos a Grandes Inversiones (RIGI). Roberto Cacciola, de hecho, mencionó en su discurso a “la esperada sanción del RIGI“, en referencia a las grandes inversiones de cobre que están en carpeta y dijo que será “una gran herramienta que podrá contribuir al inicio de la construcción de estos proyectos”.

No obstante, en el afán por contar con una llave que al fin dé el impulso que falta para el despegue, la minería termina entrando a un partido de a todo o nada que no la posiciona bien frente a otros sectores o directamente la deja mal parada.

Por caso, otras organizaciones empresarias e industriales, como la Unión Industrial Argentina, industriales metalúrgicos agrupados en ADIMRA y en la UOM y otras cámaras de empresas de servicios y de pymes se manifestaron en contra por la apertura en la importación de insumos sin distinción que se incluye en el régimen, lo que podría afectar a proveedores locales si se aprueba tal cual está planteado.

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El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, junto a Hernán Soneyro, directivo de la Cemincor. FOTO: MARTÍN BRUNELLI / CAEM.

Al respecto, Cacciola consideró, por el contrario, que si hay más proyectos “el beneficio es para los proveedores. Si hay más proyectos, hay más trabajo“. “No cambia absolutamente nada con el RIGI el tema de importación de insumos, repuestos, maquinaria, porque esas disposiciones ya están en la Ley de Inversiones Mineras”, explicó el titular de la CAEM en un encuentro con periodistas previo a la cena en Córdoba. “El RIGI no agrega nada que no esté en esa norma y que pueda quitarles competitividad a los proveedores locales. Los beneficios que tienen las empresas para la importación de determinados productos van a seguir siendo los mismos que ya tienen”, completó.

Oro y plata

Así las cosas, de algún modo los mineros pretenden sostener ese medido entusiasmo y trasladarlo para conseguir algún mecanismo o “incentivo especial a la exploración para aquellos proyectos que no queden alcanzados por la RIGI”, es decir, para las minas de oro y plata que están en producción actualmente y sostienen la actividad a pesar de estar todas en una etapa madura cerca de su cierre. “Seis de los nueve proyectos metalíferos que hoy están activos tienen un horizonte productivo de entre tres y cuatro años“, cuantificó Cacciola.

Lucero demostró conocer la situación y compartir el diagnóstico: “El déficit de exploración temprana y avanzada en los metales preciosos es una realidad que nos incumbe, porque sin recursos medidos y reservas probadas nuestra producción de oro y de plata entrará en una etapa crítica en alrededor de 3 años”, dijo en su discurso. Sin embargo, no adelantó aún ningún tipo de medida que pueda revertir ese escenario previsible.

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