Tras el primer triunfo legislativo de la Ley Bases, la Cámara de Diputados dio luz verde para el tan esperado paquete fiscal, reforma laboral privatizaciones, y ya está todo listo para que ingrese al Senado de la Nación. El plan es que la semana que viene se dictaminen los proyectos y la otra se sesione, pero los legisladores oficialistas temen que vaya a aprobarse sin modificaciones. En caso de haberlas, tendría que volver a tratarse en Diputados y se empantanaría el objetivo del Pacto de Mayo.

Mientras, los senadores tienen opiniones divididas. No tanto por los temas -que se creen consensuados por los gobernadores-, sino por los números, que ya se mostraron desfavorables cuando rechazaron el DNU 70/2023 con 42 votos negativos a 30 positivos. Entre los senadores que más se centrará la vista hay dos santacruceños: José María Carambia y Natalia Gadano.

Ambos llegaron al senado bajo el lema “Por Santa Cruz” que conduce a nivel provincial el gobernador Claudio Vidao. Sin embargo, provienen de sectores diferentes: Carambia tiene su propio partido, Movere; mientras que Gadano es una alianza con un sector del PRO. Gadano es muy probable que acompañe el proyecto en su totalidad, pero el voto de Carambia es una incógnita; fue muy crítico cuando le tocó hablar del DNU y de la primer Ley Bases.

En esa oportunidad, aseguró que el Decreto de Necesidad y Urgencia era “inconstitucional“, principalmente en lo que respectaba a la reforma laboral. “Es fácil hablar de las cuestiones laborales, pero hay que entender que nosotros podemos hacer las leyes de fondo, pero las de forma las hacen las provincias“, comentó. E inclusive, había expresado que se trata de “avalar una especie de dictadura, porque este DNU reglamenta mucho más de lo que podría o tendría que ser un decreto de necesidad y urgencia”.

Con este panorama, que no se da solamente en Santa Cruz, el diario La Nación informó este miércoles que desde el oficialismo tienen especial atención puesta en cinco gobernadores para conseguir los votos: Claudio Vidal, de Santa Cruz; Rolando Figueroa de Neuquén; Alberto Weretilneck, de Río Negro; Hugo Passalacqua de Misiones y Gerardo Zamora, de Santiago del Estero.

La misma fuente indicó que el ministro del Interior, Guillermo Francos -el principal interlocutor de la Casa Rosada con los mandatarios-, se mostró confiado en que los gobernadores “instarán” a que la norma se apruebe en el Senado y ratificó que ya vienen hablando con ellos y con algunos jefes de bloques. Y hasta adelantaron que ahora los gobernadores esperan algunos gestos a cambio del apoyo para la media sanción en Diputados. Por ejemplo, que se reinicie el flujo de transferencias de Anses para las cajas de jubilaciones provinciales no transferidas y que recomiencen obras públicas claves que ya estaban en ejecución. Incluso, que se restituya Ganancias les dará algo de oxígeno, ya que el mes pasado las transferencias automáticas de la Nación cayeron 20,6% real y acumulan una baja del 19,2% real al primer cuatrimestre.

De esta forma, los seis votos en el Senado que tienen Neuquén, Río Negro y Santa Cruz son cruciales. De las tres bancas de Río Negro, solo la de Mónica Silva es del mismo color político que Weretilneck; rechazó el DNU. La expectativa de Interior es que, en el caso del proyecto de ley, habrá apoyo.

En Santa Cruz, la situación es similar. Alicia Kirchner votará en contra y el oficialismo libertario necesita del acompañamiento de los otros dos, Natalia Gadano José Carambia, que responden al gobernador Vidal, con quien deben tratar de llegar a un acuerdo. De Neuquén esperan que Figueroa convenza a Lucía Crexell; la senadora votó en contra el DNU. El punto más conflictivo con los patagónicos es el regreso de ganancias; los diputados de la región no avalaron ese punto en Diputados.

De los tres senadores por Santa Cruz, la única que hasta el momento se refirió a la Ley Bases es Alicia Kirchner. “La Ley de Bases atrasa a lo peor de los 90malvende recursos soberanos y liquida derechos esenciales de las personas y las provincias”, indicó la exgobernadora de Santa Cruz en sus redes sociales. Y agregó: “En el Senado debemos tener la responsabilidad y firmeza para rechazar esta entrega de la Argentina“.

Francos, el negociador

Otro medio que este miércoles se hizo eco del tema fue Página 12. Al respecto, informó que el Gobierno ya salió a la caza de nuevos posibles aliados que le den la derecha a la hora del debate de la Ley Bases en el Senado. Así lo confirmó el ministro del Interior, Guillermo Francos. Este medio indicó que el funcionario del gabinete de Javier Milei reconoció que ya estuvo hablando con algunos mandatarios provinciales y con referentes de distintos bloques de la Cámara alta. “Algunos senadores van a estar tironeados por posiciones ideológicas, por prejuicios y por mostrar unidad“, reconoció. Pero eso, sugirió, no será problema para el diálogo político.

“Se entiende que los senadores tienen más relación con sus gobernadores“, analizó Francos. “Y como estas leyes tienen beneficios directos en las provincias –agregó-, más allá de las discusiones ideológicas y de que algunos tengan posiciones tomadas, trataremos de convencer“.

Durante una entrevista radial, el ministro consideró que la llave será “la reforma fiscal, porque de ahí se van a obtener los recursos”. Entonces, fundamentó, si la denominada Ley Bases se aprueba “se va a generar un movimiento económico a las provincias que les va a provocar mucho interés” a sus mandatarios. “Ojalá podamos conversar con los gobernadores y senadores para tratar de conseguir apoyos“, insistió el negociador. Si esto le da resultados positivos al oficialismo, el proyecto que ya tiene media sanción de Diputados “debería pasar con un tratamiento más rápido y sencillo (por el Senado), porque a los gobiernos provinciales les urgen estos temas“.

Unión por la Patria cuenta con una primera minoría de 33 legisladores y son 5 los mandatarios provinciales que, se sabe, darán una negativa ante el proyecto: el bonaerense Axel Kicillof, el formoseño Gildo Insfrán, el riojano Ricardo Quintela, el fueguino Gustavo Mellela y Sergio Ziliotto, de La Pampa. Los números son muy parejos y habrá negociaciones hasta último momento.

Leé más notas de La Opinión Austral