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El reciente escándalo arbitral que dejó a la CAI de Comodoro sin chances de ascenso y fuera del próximo Regional Federal revivió en Río Gallegos un recuerdo amargo: el de San Lorenzo en 1983, cuando fue “víctima” de decisiones arbitrales controvertidas en una final decisiva contra Atlético Santa Rosa en La Pampa.

En esa época, San Lorenzo había conformado un plantel competitivo con refuerzos de equipos locales como Bancruz y Boxing, logrando ganar su grupo en el Torneo Regional. Sin embargo, en el partido de ida en Santa Rosa, el árbitro Osvaldo Luis Fernández expulsó a cuatro jugadores del equipo santacruceño y, tras la lesión de otro, el encuentro fue dado por terminado con derrota para San Lorenzo.

La historia tomó relevancia nuevamente tras la eliminación de la CAI en condiciones similares. La conversación resurgió en Río Gallegos, y uno de los protagonistas de aquella polémica de 1983, Carlos “Cacho” Guerrero, habló en Radio LU12 AM680 sobre lo ocurrido en La Pampa, compartiendo su experiencia de sentir “impotencia y estafa futbolística”.

Arriba: Di Marcico, Miguel Crossara, Roque Maldonado, Adelaido Sosa y Pablo Di Tomasso. Abajo: Victor Soria, Enrique Leguina, Carlos “Cacho” Guerrero, Eduardo Añon, Ramón Chávez y Angel “Lobo” Pereyra”.

“Me sentí estafado futbolísticamente”

Guerrero recordó el sacrificio del plantel de San Lorenzo: “Nos entrenamos ocho meses para ocupar un lugar en un fútbol competitivo. Llegamos a la final tras ganar el grupo y el único partido que perdimos fue en La Pampa, donde nos echaron a cuatro jugadores dentro del campo, más uno lesionado, injustificadamente“.

El exjugador relató cómo las expulsiones afectaron al equipo, incluyendo la increíble tarjeta roja a Juan Carlos Gargaglione por tomar agua fuera del campo durante una pausa en el juego: “No lo podíamos creer. Fue algo nunca visto“.

Guerrero también recordó la dificultad de afrontar el partido de vuelta en Río Gallegos: “Jugamos con los once justos, de los cuales ocho estaban en buen estado físico. El resto estaba lesionado o no había jugado nunca“. El encuentro terminó 0-0, sellando la eliminación de San Lorenzo.

La sombra de la injusticia en el ascenso

La similitud entre ambos casos radica no solo en las decisiones arbitrales, sino también en la impotencia compartida por los jugadores y simpatizantes. En ambos episodios, el fútbol de ascenso quedó marcado por sospechas de arreglos o influencias externas, generando desconfianza en el sistema.

La CAI y San Lorenzo compartieron la misma sensación de injusticia, reviviendo viejas heridas en la comunidad futbolera de la Patagonia. Para Guerrero, el recuerdo sigue siendo amargo: “Queríamos ganar en la cancha, no en el escritorio. Sentimos que no nos dejaron hacerlo“.

Mientras el fútbol de ascenso continúa su lucha por transparencia y justicia deportiva, historias como estas recuerdan que la pasión y el esfuerzo de los jugadores merecen un campo de juego justo.

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