Pronto a cumplir 4 meses de gobierno, el presidente Javier Milei mencionó la posibilidad de una reelección mientras reintenta sellar un acuerdo con un sector de la oposición para la aprobación de la versión acotada de la Ley Bases. Fuentes de Casa Rosada confiaron ante La Opinión Austral que esta vez “vamos a lograrlo”. Se ultima la cuestión fiscal con gobernadores y sus terminales en el Congreso en un clima más áspero que el de febrero cuando falló el intento original.
Milei ratificó el rumbo en marcha ayer durante una videollamada de la presentación de un libro en Paraguay. “Yo estoy acá por cuatro años, podría llegar a estar por ocho años, si la gente lo quisiera. La única forma de que no quede atado esto a una sola persona es con un proceso económico y político, pero también cultural”, marcó.
En el gobierno nacional apuestan a que la primera señal concreta de ese proceso podría ser la firma del Pacto de Mayo, cuya suerte ató a la aprobación en la Cámara de Diputados de la nueva Ley Bases. Sin embargo, los gobiernos provinciales no están tan seguros y todavía quieren seguir negociando.
Los gobernadores -todos opositores pero con diversos matices: aliados, dialoguistas y antagonistas totales- tantean al mismo tiempo la paciencia social. Si bien el oficialismo dice que “la inflación está colapsando” y la situación económica es “mejor” que en diciembre de 2023, todavía espera para levantar el cepo cambiario mientras acelera los despidos, la pérdida de poder adquisitivo y sube las tarifas.
La puja por el salario abrió un capítulo concreto esta semana y el gobierno eligió con quienes confrontar. El ministro de Economía, Luis Caputo, anticipó que intervendrá en los acuerdos entre partes por los sueldos: “No le vamos a homologar la paritaria a Camioneros porque no es razonable”.
Hubo respuesta del secretario general del gremio, Pablo Moyano: “Le decimos a Caputo y al presidente Milei que si el lunes no está el aumento, se parará el país”.
Ley Bases y Ganancias
Las conversaciones por la Ley Bases y Puntos de Partida para la Argentina -conocida como Ley Ómnibus- se centraron en los últimos días en qué ofrece el gobierno a cambio de los votos de la oposición “dialoguista”. Sobre la mesa está la restitución del Impuesto a las Ganancias a los trabajadores y el mínimo no imponible -en Casa Rosada y el Palacio de Hacienda partieron de 1 millón, ahora se habla de por lo menos 1,5 millón-.
A las provincias les preocupa contar con recursos que le permitan cumplir obligaciones como el pago de salarios y el funcionamiento administrativo. En otro plano de prioridades están las obras en marcha que vienen frenadas y los fondos discrecionales. Asegurar que la recaudación (muestra una caída reciente) se traduzca en la coparticipación esperada, también forma parte de las tratativas -los gobernadores siguen poniendo sobre la mesa al Impuesto País como una alternativa a Ganancias pero en el gobierno nacional lo rechazan y ya fue señalado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) como un gravamen que recomiendan eliminar-.
La nueva Ley Bases mantiene algunas emergencias y facultades delegadas al Poder Ejecutivo pretendidas por Milei. Incluye cuestiones fiscales y reformas relacionadas a la desregulación de la economía. También, hubo cambios pero se mantiene el capítulo de las privatizaciones de las empresas estatales o con participación estatal.
El debate por una nueva fórmula de movilidad jubilatoria quedó excluido de la Ley Bases porque el gobierno de Javier Milei la definió por DNU. El radicalismo, por ejemplo, esperaba que formara parte del nuevo texto y prometen levantar la voz al respecto.
Milei considera que por ahora la política frena esas reformas y una semana atrás afirmó que la retirada parlamentaria en las sesiones extraordinarias de febrero se debió al “error de hablar con los gobernadores de manera transparente y honesta”.
Durante la presentación del libro de la que participó lo ratificó: “Estoy haciendo el ajuste más grande de la historia de la humanidad, documentado por el staff del FMI. Y no solo eso, sino que además he enviado un conjunto de reformas que la política está bloqueando”, se quejó.
Los encargados de las negociaciones son el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el ministro del Interior, Guillermo Francos. Ambos recibieron a los gobernadores de Juntos por el Cambio esta semana en la Casa Rosada. Los jefes provinciales del PRO y del radicalismo -principales partidos de esa coalición- dejaron en claro que se puede dialogar sobre restituir Ganancias pero con un piso mayor al propuesto; pretenden reactivar obras y recuperar los recursos obstaculizados o “reordenados”, como le dicen en la Rosada, por Milei en los primeros meses de gobierno.
No fueron invitados a la cumbre los gobernadores peronistas y de partidos provinciales con los cuales la relación está más tensa. “Si no hay recursos para Santa Cruz, no habrá Ley Bases ni Pacto de Mayo”, advirtió el gobernador de la provincia, Claudio Vidal, por ejemplo.
Recursos escasos
Así como los jefes provinciales luchan contra la pérdida de recursos, las familias argentinas afrontan los “meses más duros”, tal cual lo anticipó el presidente Milei. La caída del salario real ocurre en paralelo con la actualización de tarifas de luz, gas, agua y peajes, entre otros gastos comunes para los hogares.
El ministro de Economía, Luis Caputo, sostuvo el último viernes que “los precios están bajando” en las góndolas. “Los comerciantes reconocieron que fijaron sus precios con un dólar de $2000. En ese momento era lo que pronosticaban las consultoras económicas. No sólo no están subiendo los precios, sino que están bajando nominalmente. La carne volvió al promedio de diciembre-enero”, repasó y vaticinó que la inflación de marzo (el Indec la informará la semana próxima) estará cerca del 10%.
Tanto Milei como Caputo desestimaron públicamente la posibilidad de una devaluación. Según trasciende por los pasillos de Hacienda, el FMI empuja para que no quede retrasado el tipo de cambio. El gobierno resiste esa presión con una carta bajo el brazo: la cosecha del campo será significativamente mayor a la del 2023 cuando impactó fuerte la sequía.
Un detalle preocupa puertas adentro de la Rosada y del Palacio de Hacienda: el ingreso de divisas genuinas por parte del sector agroexportador que ocurre en mayor cantidad durante abril y mayo coincide con un récord de ventas de silobolsas -el material que utilizan los productores para cuidar y guardar la cosecha hasta que el dólar les sea atractivo, lo que podría indicar que en lo inmediato no lo es.
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