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Teresa Anchorena, una de las figuras más influyentes en la gestión cultural argentina, murió este jueves a los 78 años en su casa de Villa Crespo, Buenos Aires, a causa de una recaída en un cáncer que venía enfrentando en los últimos meses.
Su nombre está asociado a la protección del patrimonio histórico y cultural argentino, con una trayectoria que abarcó cargos clave: presidenta de la Comisión Nacional de Monumentos, secretaria de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires durante la gestión de Enrique Olivera, directora del Centro Cultural Recoleta y asesora del presidente Raúl Alfonsín. Hasta sus últimos días se desempeñaba como directora de Patrimonio en el Fondo Nacional de las Artes.
Anchorena fue reconocida en diciembre de 2024 como Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura porteña, un homenaje que celebró décadas de trabajo en defensa de la identidad cultural argentina. Durante su gestión al frente de la Comisión Nacional de Monumentos, cargo que ocupó por seis años, impulsó la preservación de pueblos, edificios y sitios históricos en todo el país, consolidando su imagen como guardiana del patrimonio nacional.
La Patagonia, su refugio elegido
Más allá de la vida pública y los homenajes, Anchorena mantenía un profundo vínculo con la Patagonia. Había elegido Alto Río Senguer, en Chubut, como uno de sus lugares en el mundo, donde poseía una casa y un campo.
En los últimos años, viajaba con frecuencia a Comodoro Rivadavia para combinar trabajo y descanso en su refugio patagónico. “Hace poco me la crucé en el aeropuerto de Comodoro, estaba con Carlos, su pareja, y charlamos un rato después de mucho tiempo”, relató un conocido.
Exilio y vocación cultural
Hija de una familia patricia, Anchorena se exilió en Francia entre 1973 y 1983 para escapar de la dictadura militar. Allí se formó en antropología, trabajó en artes visuales y comenzó a desarrollar la mirada que marcaría su labor: la importancia del patrimonio como memoria colectiva.
En entrevistas, recordó cómo la venta puerta a puerta en París fue “la mejor escuela para la vida pública”. Con ese aprendizaje, regresó a la Argentina y se dedicó a impulsar proyectos culturales y patrimoniales.
Despedida
Teresa Anchorena será velada este viernes en la Legislatura porteña, de 10.30 a 14.30, y por la tarde recibirá un homenaje en la feria de arte contemporáneo arteBA, en el Centro Costa Salguero.
Su legado se mantiene vivo en cada sitio histórico protegido, en los artistas que apoyó y en el reconocimiento que hoy le rinde el mundo cultural argentino.
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