El origen del carnaval, que hoy es una de las celebraciones más populares. De acuerdo a las versiones sobre su origen coinciden en que se trataba de una fiesta pagana muy antigua, celebrada en época de invierno, relacionada con la cosecha y en la que estaba permitido llevar a cabo toda clase de excesos; una característica relacionada con el concepto de disfraz entra otros.
En Argentina
El Carnaval, como otras celebraciones nacionales, fue introducido en nuestro territorio por la población de origen español, según recuerda el ministerio de Cultura de la Nación. A su vez, la tradición en el país ibérico viene de la celebración que antecede a la cuaresma cristiana, período de preparación y ayuno en el consumo de carnes previo a la fiesta de la Pascua.

Desde los tiempos de las colonias, los festejos del carnaval, asociados a los bailes de máscaras, tenían su epicentro en la primera sala teatral de Buenos Aires, la Casa de Comedias, llamada popularmente la Ranchería, ubicada en las actuales esquinas de Perú y Alsina. En Gualeguaychú, la otra capital del carnaval en el país, la primera autorización para esta celebración se otorgó a mediados del siglo XIX: en 1840.
Eran comunes entonces los ya tradicionales juegos en la calle, donde los niños y adultos se arrojaban agua mezclada con distintos ingredientes, según el afecto por el otro: lavanda para los amigos y sal para los rivales.
Empieza la murga
Mientras que estas fiestas iniciales estaban atravesadas por las costumbres criollas, la llegada del Siglo XX y los inmigrantes italianos y españoles de nueva generación provocó un cambio en la dinámica de esta fiesta: el comienzo de la murga.

La vuelta de la democracia permitió que las murgas que quedaban regresaran a las calles, ganando impulso nuevamente en los barrios.
Actualmente, la idea de carnaval que sobrevive es el resultado de milenios de evolución de una antigua tradición humana, y cuya fecha, como hemos visto, depende de la festividad cristiana. No obstante, suele ser una fiesta laica, concebida como una actividad recreativa y, en muchos países está totalmente institucionalizada como uno de sus atractivos turísticos principales.
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