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En una entrevista televisiva tras el salvataje de Washington a la Argentina, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, confirmó que detrás del acuerdo financiero con el gobierno de Javier Milei hubo condiciones políticas y geoestratégicas: “Argentina dejará a China fuera” y abrirá la puerta a empresas privadas estadounidenses en sectores clave como tierras raras y uranio.

“Milei ha hecho lo correcto. Quiere romper 100 años de malos ciclos y es un gran aliado para Estados Unidos. No queremos que Argentina sea Venezuela”, subrayó Bessent en Fox News, al justificar la decisión de la Casa Blanca de intervenir directamente en el mercado cambiario local y anunciar un swap de 20.000 millones de dólares con el Banco Central.

El funcionario admitió que Washington ve una oportunidad estratégica: “Argentina es rica en tierras raras y uranio. Creemos que están comprometidos con la llegada de empresas privadas estadounidenses y su colaboración”. Además, aseguró que la operación no implica pérdidas para los contribuyentes norteamericanos porque “el peso argentino está muy devaluado” y el Tesoro espera “ganar dinero” con la jugada.

El acuerdo, según Bessent, también tiene un objetivo político: usar a la Argentina como “ejemplo regional” en un momento de fuerte disputa global por los recursos naturales. “Obama perdió una gran oportunidad. Nosotros no vamos a hacerlo”, lanzó, en referencia a la influencia de China en América Latina y al nuevo alineamiento con gobiernos como los de Ecuador, Bolivia y Colombia.

De cara al futuro inmediato, Bessent confirmó que el Tesoro coordina con el FMI y el ministro de Economía, Luis Caputo, para garantizar disciplina fiscal y estabilidad en la banda cambiaria. También anticipó que espera “un amplio consenso político” en la segunda mitad del mandato de Milei, a quien auguró éxito electoral por “dejar atrás el camino del peronismo”.

El próximo paso será el encuentro entre Milei y Donald Trump, previsto para el 14 de octubre, que se perfila como una cumbre clave para sellar la alianza geopolítica y financiera.

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