La historia de Simón, un joven venezolano que escapa de la represión y busca asilo en Estados Unidos, ha cautivado a la audiencia internacional y ha puesto en el centro del debate la compleja situación política de Venezuela. Dirigida por Diego Vicentini, esta película independiente ha logrado un hito al ser nominada a los Premios Goya y posicionarse en el Top 10 de Netflix.
“Simón” no es solo una película, es un grito de denuncia contra la violencia y la represión que ha vivido Venezuela en los últimos años. Inspirada en hechos reales, la trama sigue a un joven activista que, tras ser detenido y torturado durante las protestas de 2017, decide huir de su país y buscar refugio en Miami. Sin embargo, el exilio le trae consigo una profunda sensación de culpa y un dilema moral: ¿debería quedarse a salvo o regresar a su país para continuar la lucha?
La película no solo retrata la violencia física, sino también el trauma psicológico que sufren los exiliados y la difícil decisión de dejar atrás a sus seres queridos. Vicentini, quien emigró a Estados Unidos a los 15 años, confiesa que se sintió impulsado a realizar esta película por un profundo sentimiento de culpa y la necesidad de visibilizar la situación de su país.
Un recorrido por festivales y reconocimientos
“Simón” ha tenido una destacada trayectoria en el circuito de festivales internacionales, cosechando elogios de la crítica y del público. La película ha sido galardonada en eventos como el Festival de Cine de Florida y el Festival Internacional de Cine de Dallas, donde recibió el premio de la audiencia como Mejor película internacional. Sin embargo, fue en Venezuela donde realmente conectó con el público, obteniendo seis premios en el Festival de Cine Venezolano, incluyendo el de Mejor Película.
A pesar de las dificultades para producir una película independiente en un país con una economía en crisis, Vicentini logró llevar a cabo este proyecto gracias al apoyo de un equipo comprometido y un presupuesto mínimo. El rodaje se llevó a cabo en 2021, en plena pandemia, lo que supuso un desafío adicional.
“Simón” no solo es una obra de arte, sino también un documento histórico que da testimonio de una época marcada por la violencia y la represión. La película ha sido elogiada por su realismo y su capacidad para transmitir las emociones de los personajes.
Al llevar la historia de Simón a una audiencia internacional, Vicentini busca visibilizar la crisis humanitaria que vive Venezuela y denunciar las violaciones de los derechos humanos cometidas por el régimen. La película invita a la reflexión sobre el costo personal de la lucha por la libertad y la importancia de la solidaridad internacional.
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