Una triste noticia se dio a conocer este jueves y generó gran pesar en el mundo del espectáculo: Silvina Luna falleció luego de 79 días de internación en el Hospital Italiano.
La modelo y actriz, que perdió al vida a los 43 años, llevaba una década luchando contra una insuficiencia renal que desarrolló tras un procedimiento estético que le realizó el doctor Aníbal Lotocki en 2010.
Llegó a estar en la lista de espera del Incucai (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante) para un trasplante de riñón, pero distintas complicaciones la llevaron un estado que en las últimas horas se volvió irreversible.
La última entrevista de Silvina Luna en la TV
A fines de mayo, realizó su última entrevista en La Peña de Morfi en donde habló con Georgina Barbarossa sobre su salud, las terapias alternativas, su fe en Dios y la gran ayuda y contención que recibía de su hermano menor.
En esa ocasión, la modelo explicó los motivos por los que decidió operarse: “En el colegio me hacían bullying porque salía en una publicidad, me encerraban en el baño, me corrían hasta mi casa. A los 17 años llegué a Buenos Aires y trabajaba de cualquier cosa y a los 20 entré a Gran Hermano. Siempre seguí hacia adelante pero también fui muy insegura”.
No obstante, destacó que tras padecer las secuelas de la mala praxis realizada por Lotocki quería aceptar su cuerpo tal como era. “Todos somos únicos. Las operaciones nos terminan haciendo a todas iguales. Te convertís en una esclava de un círculo vicioso que no para más”, alertó.
Silvina también remarcó que “hay muchas cirugías que no salen como uno quiere. Hoy lo que creo es que no hay que ponerse nada extraño al cuerpo de uno”, al tiempo que agregó: “Yo lo hice porque no me creía suficiente con lo que tenía y buscaba la valía fuera de mi. Tome esa decisión, pero del otro lado me encontré con un psicópata”.
En ese contexto, le contó a la conductora que estaba preparándose para la posibilidad de recibir un trasplante: “Estoy en un tratamiento con medicación para matar a la bacteria y recién después entrar en la lista de Incucai para esperar el trasplante”.
A su vez, indicó que “entre una cosa y la otra, el año pasado estuve medio año internada. Después de eso, me dijeron que mis riñones no funcionaban y que el próximo paso era la diálisis”.
A propósito, dijo: “Yo quería salir de esa situación, desde la medicación que no la pegaba hasta que mis riñones no funcionaban. Al principio la diálisis era algo nuevo. Las primeras veces que iba me ponía muy triste, no dejan que nadie te acompañe”.
La modelo se refirió igualmente al apoyo de su hermano Ezequiel, quien la acompañó durante los casi 80 días que permaneció internada en el Hospital Italiano. “Mi hermano me contiene. Yo siempre lo cuidé a él y ahora él me cuida y me apoya, viene a casa y me prepara una comida, me abraza y eso me ayuda un montón”, manifestó.
Con el fin de brindarles contención a las personas que atraviesan situaciones similares, comentó que “cuando me encontraron el problema hace 10 años empecé a viajar y buscar terapias alternativas, biodescodificación, tomé ayahuasca medicinal. Después de indagar en todas esas terapias, empecé a escribir mi libro Simple y conciente”.
Durante la entrevista con Barbarossa aseguró que ella era “un puente entre gente que necesita un aliento, entre los que se sienten solos y los que no tienen un grupo de red que los contenga”, y afirmó que la fe la ayudaba “a salir adelante”.
“Creo en mí por todas las batallas que tuve que enfrentar a lo largo de mi vida, creo en Dios y en una energía más grande. Hay que confiar en la vida”, subrayó. Para cerrar, le habló a los espectadores y aseveró que “no hay que dar nada por sentado”.
“La vida, de repente, te puede dar una cachetada. Hay que cambiar la queja por el ‘gracias’. La única certeza que tenemos en la vida es la muerte. Es solo un paso más, no sabemos qué hay después y por ahí es maravilloso”, sentenció.
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