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En su visita a los estudios de Radio LU12 AM680, la reconocida astrónoma y comunicadora científica Beatriz García puso sobre la mesa un tema crucial que suele quedar fuera del foco mediático: la basura espacial. Acompañada por Fabiana Saldivia, matemática y directora de la Escuela de Ciencias Básicas y Exactas de la Unidad Académica Río Gallegos, García resaltó la importancia de tomar conciencia sobre los desechos que orbitan nuestro planeta y cómo estos afectan tanto a la ciencia como a la vida cotidiana.

La basura espacial es un tema importante, es enorme la basura que estamos dejando en el espacio y algo hay que hacer”, expresó García con preocupación durante la entrevista. Se estima que hay miles de piezas de chatarra espacial, desde satélites obsoletos hasta restos de cohetes y fragmentos de colisiones, que giran alrededor de la Tierra a altísimas velocidades, representando una amenaza constante para las misiones espaciales y los satélites en funcionamiento.

Beatriz destacó el trabajo de la Comisión Argentina de Actividades Espaciales, que monitorea estos restos a través de un programa financiado por el gobierno nacional. Sin embargo, advirtió que estos esfuerzos están en riesgo. “La Comisión monitorea la chatarra espacial, pero lo hace a través de un programa que hoy corre peligro. Muchas actividades a las que nos dedicamos en este momento corren un riesgo tremendo, inclusive un riesgo de vida para los seres humanos si dejamos de seguir este tema a través del financiamiento”, alertó.

La astrónoma explicó que, si bien el problema de la basura espacial es global, su impacto puede sentirse de manera local y personal, afectando no solo a la investigación científica, sino también a las tecnologías de comunicación, navegación y observación terrestre que utilizamos diariamente. “Estamos preocupados por la basura que tenemos en los mares, pero también hay una gran cantidad arriba”, comparó García, haciendo hincapié en la falta de visibilidad de este problema en la opinión pública.

Beatriz subrayó la importancia de transmitir esta preocupación a las futuras generaciones, destacando el rol clave que tienen los docentes en la formación de una conciencia ambiental más amplia. “Todo eso hace que haya que tener una conciencia para las futuras generaciones, y los mejores transmisores para eso son los docentes”, afirmó, reforzando su mensaje sobre la educación y la divulgación científica como herramientas fundamentales para enfrentar los desafíos ambientales del espacio.

La basura espacial, según García, no solo amenaza las actividades espaciales, sino que también representa un peligro potencial para la vida en la Tierra. Los fragmentos más grandes pueden reingresar a la atmósfera de manera descontrolada, mientras que las colisiones en órbita generan aún más escombros, creando un efecto dominó que podría llevar a lo que se conoce como “síndrome de Kessler”: una situación en la que la cantidad de desechos espaciales hace prácticamente imposible el uso seguro del espacio.

La doctora García concluyó su intervención resaltando la necesidad de políticas y acuerdos internacionales que regulen y minimicen la generación de basura espacial. “Es un problema que tiene solución, pero requiere de la colaboración de todos, desde los ciudadanos hasta las agencias espaciales y los gobiernos”, afirmó. Además, destacó la importancia de continuar con los esfuerzos de monitoreo y de desarrollar tecnologías que permitan la limpieza y gestión de estos desechos.

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