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Marcelo Martinez Di Giorgi, el juez encargado del caso por las presuntas adulteraciones en los cuadernos de Oscar Centeno, recibió la notificación de la Cámara Federal Porteña sobre la reversión del procesamiento que había dictado a finales del año pasado contra Jorge Bacigalupo.
El magistrado está considerando preguntar al Tribunal Oral Número 7 si ya realizó algún análisis caligráfico de los escritos o si tiene previsto hacerlo, precisó el diario Perfil. Este expediente se tramita de manera diferenciada a la causa principal, que está en instancia de juicio pero sin fecha de inicio.
En este momento, el juez federal está evaluando la implementación de lo indicado por el camarista Pablo Bertuzzi, quien en su voto le solicitó certificar “si en el marco de la causa el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nro. 7 ya dispuso la realización de esta pericia respecto de la documentación original, o si se encuentra próxima a realizarse”.
Esta semana, Bertuzzi y sus colegas de sala, Leopoldo Bruglia y Mariano Llorens, determinaron la falta de mérito para sobreseer o procesar a Bacigalupo, acusado de encubrimiento agravado. Aunque coincidieron en su fallo acerca de la situación procesal del expolicía, quien supuestamente borró y tachó varios nombres en los cuadernos, los dos primeros jueces señalaron que los resultados de la pericia oficial no son concluyentes.
A propósito, según precisó el mencionado portal, se basaron en fotocopias que no permiten reconocer, entre otras cosas, la profundidad de los trazos. En tanto, Llorens afirmó que si los cuadernos fueron enmendados o no es una cuestión que debe indagar el tribunal en instancia de juicio
El expediente principal de los escritos de Centeno está bajo la jurisdicción del Tribunal Oral Número 7 desde finales de 2019, después de la instrucción del juez Claudio Bonadio. La reciente decisión de la cámara se produce dos años después de que el propio TOF 7 se negara a entregar los cuadernos originales, argumentando que podría afectar la producción de pruebas en ese momento.
En agosto de 2023, dos de los jueces exigieron a Martínez de Giorgi “abstenerse a invadir su órbita” al considerar que su investigación formaba parte de la estrategia de defensa de Loson. El tercero le pidió inhibirse de seguir interviniendo en esa causa y remitir las actuaciones al tribunal.
A pesar de esto, Martinez de Giorgi avanzó ordenando una pericia oficial de las fotocopias del material que tenía, las cuales la Cámara descartó por mayoría.
Ahora, el magistrado evalúa consultar al TOF 7 si dispuso de un peritaje sobre los cuadernos originales que tienen en su poder o si tienen planes de hacerlo. Con base en esta información, podría continuar su investigación contrastando los resultados de la pericia oficial con los obtenidos por Loson.
“El problema es que esta causa nació al revés”, señaló a Perfil una fuente calificada familiarizada con ambos casos. Agregó que “debería haber nacido como extracción de testimonio por parte del Tribunal Oral para que se investigue si hubo una falsificación en los cuadernos”.
Pero para que eso ocurra debería haberse dado en una sentencia de un juicio y que el tribunal haya llegado a la conclusión de que los cuadernos fueron adulterados tras la sustanciación del debate.
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