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La violencia contra los trabajadores del transporte público suma un nuevo episodio en el conurbano bonaerense. Un chofer de la empresa Almafuerte fue brutalmente atacado en Virrey del Pino mientras realizaba su recorrido nocturno. En reclamo de seguridad, sus compañeros decidieron paralizar seis líneas de colectivo que operan en La Matanza.

El hecho ocurrió el jueves por la noche, cerca de las 21 horas, en el barrio San Javier. Según testigos, el agresor abordó la unidad y, sin motivo aparente, atacó al conductor con un arma blanca, provocándole cortes en la frente y el rostro. Tras la agresión, el delincuente huyó del lugar, mientras que la víctima fue trasladada de urgencia a un hospital.

Como respuesta inmediata, los choferes de la empresa Almafuerte suspendieron el servicio de las líneas 218, 622, 378, 325, 284 y 628 hasta la medianoche de hoy. “Estamos cansados de que nos prometan seguridad y no pase nada”, expresó Fabio Dalseno, delegado de la empresa.

Un reclamo que se repite

El ataque a Lucas Ibarra, de 32 años, revive el temor entre los colectiveros de la zona. No es la primera vez que un hecho de violencia extrema sacude a los trabajadores del transporte. En 2020, en el mismo barrio, el chofer Pablo Flores fue asesinado de cuatro disparos mientras estaba de servicio. Sus atacantes subieron al colectivo, lo ejecutaron y escaparon sin ser detenidos en el momento.

Los trabajadores denuncian que la inseguridad en los recorridos nocturnos es constante. “Nosotros lo único que pedimos es que nos den seguridad, somos laburantes”, expresó un conductor en declaraciones a C5N. “Cada vez que salimos de casa, no sabemos si volvemos”.

Choferes exigen medidas de protección

El caso de Ibarra no es aislado. En octubre del año pasado, un colectivero de la línea 350 fue salvajemente golpeado en el partido de Pilar por un pasajero que se negó a bajarse en su destino. El ataque le provocó lesiones en la cabeza y el rostro.

Ante el incremento de estos hechos, los choferes exigen medidas urgentes, como la instalación de cabinas de protección en todas las unidades de transporte y una mayor presencia policial en los recorridos nocturnos. “Estas agresiones son moneda corriente y nadie hace nada”, lamentó un delegado gremial.

El paro de colectivos en La Matanza se suma a una larga lista de medidas de fuerza que el sector ha tomado en los últimos años ante la falta de respuestas concretas por parte de las autoridades. Mientras tanto, los choferes continúan expuestos a la violencia en cada jornada de trabajo, con la incertidumbre de no saber si regresarán a casa sanos y salvos.

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