La Fuerza Aérea Argentina se fundó un 10 de agosto de 1912, cuando el entonces presidente de la Nación, Roque Sáenz Peña, firmó el decreto su creación de la Escuela de Aviación Militar, en terrenos de El Palomar, provincia de Buenos Aires. Más tarde, en 1937, ese centro formador de los aviadores militares argentinos sería trasladado a Córdoba, donde funciona actualamente.

Este año, el recuerdo de esa creación estará signado por la reciente muerte del piloto Gonzalo Fabián Britos Venturini, quien debió eyectarse de un avión caza bombardero A4AR en el marco de una actividad de adiestramiento en la localidad cordobesa de Villa Valeria.

Tras el accidente, la fuerza comunicó que la aeronave -que formaba parte de un ejercicio de adiestramiento de la fuerza- debió ser “abandonada por su piloto mediante una maniobra de eyección, sin conocerse aún las causas”.  Además, agregaron: “La Fuerza Aérea lamenta profundamente la pérdida de uno de sus Halcones“.

 

En Río Gallegos, la fotógrafa Ivy Perrando había captado a Venturini, durante una práctica militar realizada en la base aérea de la capital santacruceña.

 

Soberanía nacional

Al relatar la prolongada trayectoria de la fuerza, la página oficial del gobierno nacional marca como “antecedente sin precedentes” el inicio de la “operación tendiente a la recuperación de las Islas Malvinas” el 2 de abril de 1982. “Durante la contienda la Fuerza Aérea recibe el Bautismo de Fuego el día 1º de mayo y desde entonces hasta el fin de las hostilidades, realiza operaciones que causaron la admiración del mundo por su audacia y las condiciones adversas a las que debieron sobreponerse”, recuerdan.

“55 hombres de la Fuerza Aérea son los héroes que ofrendaron sus vidas y marcaron indeleblemente el camino de la soberanía nacional en los cielos de la Patria“, enfatizan.

Para finalizar, agregan que “a tono con los desafíos que presentara el nuevo milenio, la Fuerza Aérea se encuentra abocada no solo a sus actividades estrictamente militares, sino que también responde a exigencias y necesidades de la comunidad. Ejerce el control del tránsito aéreo; colabora en los servicios de búsqueda y salvamento y provee la capacidad logística y técnica para brindar apoyo a las actividades de investigación científica que se realizan en el Continente Antártico, mediante vuelos que permiten abastecer y comunicar las bases transpolares”.

Leé más notas de La Opinión Austral