Un grupo de investigación denominado “Eslabón Perdido”, a cargo del investigador y escritor argentino Abel Basti, descubrió en 2022 un submarino alemán hundido en las aguas del Mar Argentino, más precisamente en las inmediaciones del puerto bonaerense de Quequén, cerca de Necochea. Ahora confirmaron que se la embarcación fue utilizada durante la Segunda Guerra Mundial, lo que abre nuevos interrogantes sobre la presencia nazi en Argentina. 

La expedición pudo registrar detalles del submarino hundido en proximidades de la localidad de Necochea a 4 kilómetros de la costa y 28 metros de profundidad.

Los datos obtenidos son concordantes con las filmaciones realizadas oportunamente por la Prefectura Naval Argentina que muestran un casco absolutamente destruido y enterrado hasta la cubierta. Entre los elementos que se pueden observar se encuentran escotillas, tanques de aire comprimido, agujeros ovales del casco exterior, bitas de amarre, parte de la torreta y periscopio de ataque.

Los datos obtenidos por sonar de barrido lateral e imágenes de Rov serán analizadas por expertos a los efectos de que se puedan tener más precisiones de las piezas registradas y el contexto general del sitio del naufragio.

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Expedición Eslabón Perdido

Nueva expedición de Eslabón Perdido

El lugar está siendo analizado con las consideraciones de una escena de un crimen, razón por la cual es importante reconocer todos los detalles del mismo, bajo la hipótesis que la unidad naval fue detonada con explosivos. La operación pudo realizarse gracias a la colaboración permanente de la Prefectura, en cabeza del Prefecto Principal Fernando Rodríguez, titular de la fuerza en Quequén, y del ministerio de Seguridad de la Nación.

La expedición se concretó merced a un acuerdo alcanzado entre la Agrupación Eslabón Perdido y la Fundación Reitich que financió la compaña con la finalidad que la verdad pueda ser aclarada y conocida por todos.

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