Sin dudas, Guillermo Coppola fue uno de los hombres más cercanos a Diego Maradona, además de ser su representante y amigo.

Sin embargo, en sus primeras apariciones en la serie “Sueño Bendito” de Amazon Prime, se lo muestra como un “villano”. Por este motivo, Coppola salió a hacer su descargó.

Es una serie de ficción, como tal hay que tomarla, en la ficción hay asesinos, atorrantes, vagos, terroristas, es la parte que le toca a uno”, expresó.

La historia se abre con una imagen fuerte. La de uno de los momentos más duros de la vida de Maradona. El del episodio ocurrido en el 2000 en Punta del Este. Transpirado, confundido, con la mirada ida, Diego se desvanece en una playa uruguaya y es llevado de emergencia a una clínica. Y en ese contexto, la ficción deja muy mal parado a quien era su representante en ese momento.

La historia fue mucho más dramática, realmente de lo que se cuenta, y la ida en la ambulancia, sí, fue ganar tiempo porque si no, no llegábamos tal vez, afortunadamente sí, de haber esperado a la ambulancia no sabíamos el tiempo que hubiésemos tardado, de otra forma cargué nafta en La Barra, efectivamente”, arrancó diciendo en un audio que le mandó al canal América.

Por otro lado, respecto a la parte de la ficción donde se lo muestra tomando un café mientras el ídolo acariciaba la muerte, agregó: “Diego después en su primer declaración dijo que yo le salvé la vida, cosa que no es así, la vida se la salvaron los médicos, yo lo que hice fue acelerar el trámite de la llegada, y un detalle: no tomo café. Disfruten de la serie“.

“Es Diego, pibe. Si vos llamás una ambulancia, en cinco minutos esto es un circo mediático. Lo llevamos nosotros”, le dice Guillote al joven médico Jorge Romero, que muestra su desesperación ante el cuadro que encuentra al llegar, en su primera jornada de guardia en el Policlínico La Barra. La narración que se hace acerca del traslado concuerda con el testimonio de los protagonistas. Durante el trayecto, Coppola frena a cargar nafta, pero no se pide “un cafecito”, como sí plantea la serie.

 

Leé más notas de La Opinión Austral