Your browser doesn’t support HTML5 audio

La activación de la zafra nacional del langostino en aguas nacionales volvió a retroceder y el conflicto que genera la paralización de unas 130 embarcaciones y unos 3500 marineros multiplica su impacto negativo en las economías regionales y nacional al poner freno a exportaciones por un total de USD 200 millones, advirtió el diario “La Capital” de Mar del Plata, según fuentes empresariales.

El pasado 1° de junio, Raúl “Tato” Cereseto, presidente de FULASP, dijo a LU12 AM680 Río Gallegos, que de no salir a pescar en la zafra actual -quedan menos de 50 días de actividad- Argentina perderá USD 600 millones en exportaciones.  “La pesca en Argentina es el octavo exportador con 2.000 millones de dólares de exportación, de los cuales el 60% es langostino. Si no se soluciona, la pérdida será de unos 600 millones de dólares solo de exportación. Después está el efecto derrame en las economías regionales. Cuando la actividad está trabajando, funcionan las estaciones de servicio, los proveedores, estibadores, almacén, la gente consume. Ingresa dinero al bolsillo de los trabajadores y va al consumo”, había remarcado.

Así, en un escenario de grandes tensiones entre la patronal y la mano de obra que no acepta la reducción salarial del 30% de sus ingresos, los empleadores señalaron que “no hay condiciones de seguridad para salir a pescar con acuerdos individuales, los trabajadores están amenazados”. Además, advirtieron que el costo laboral representa actualmente el 60% de la operación y que seguir sin actualizar el convenio vigente implicaría trabajar a pérdida.

A diferencia de SOMU y Simape, los sindicatos de Capitanes y Maquinistas sí acordaron revisar los ítems de producción, que siguen calculados según un precio por kilo de langostino fijado en 2005 (USD 12), mientras que hoy el valor ronda los USD 6 por kilo.

Los marineros dejaron constancia en Prefectura Naval que no embarcaron. FOTO: REDES SOCIALES

Antecedentes

Recientemente, La Opinión Austral entrevistó a César Zapata, delegado del SOMU en Puerto Madryn, y denunció públicamente que tres empresas pesqueras intentaron forzar a sus marineros a firmar un “contrato de ajuste” fuera de la ley, buscando una baja salarial del 30% en la producción.

La situación en Puerto Madryn no es un caso aislado. Según Zapata, “todo el país está pendiente“, con puertos como Mar del PlataBahía Blanca y Puerto Deseado “todos expectantes”. Se percibe un “embate de toda la parte empresarial para que firmen algo a la baja”.

Mientras tanto, los marineros mantendrán este lunes reuniones en Buenos Aires con empresas del sector intentando llegar a un acuerdo que permita salir a pescar.

Leé más notas de La Opinión Austral

Ver comentarios