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Una nota espectacular de García. Fue la primera persona que cruzó el nuevo Puente Pueyrredón a escaso tiempo de ser inaugurado.
Para Héctor Ricardo García 1993 fue un año inolvidable. El mismo año que el diario Crónica celebraba los 30 años de vida y el regreso de la Democracia, él era protagonista por lanzar una señal de noticias con el nombre homónimo al diario emblema.
Único en el mundo que llevó la marca del papel a la tevé.
Hace 30 años, estaba muy cerca de cumplir su sueño. El 18 de noviembre de 1983 celebró sus 61 años. Iba a transformar a Crónica en un canal de televisión. Faltaba menos de un mes para que un 3 de enero de 1994, Crónica Televisión rompiera todos los esquemas de comunicación audiovisual.
El diario, como ayer y hoy; el canal, como ayer y hoy, son el sinónimo del periodismo popular, el que vive lo que le pasa a la gente.
Crónica es la esponja que absorbe la realidad y la esparce sobre todas las audiencias. Del papel a la multiplataforma. Porque García, quizás sin haber incorporado en aquella época esa palabra, ya era un visionario: también fue dueño de radios. Creador de programas de tevé y dueño de canales y teatros, nunca dejó de tener una motivación para crear.
Era él. Sólo él y sus ideas. La magia de tener un olfato periodístico sublime. Fue el padre de esa esponja, que aún sigue vigente.
Los bares y negocios del país, son la mejor vidriera para sentir la vigencia de Crónica: Se lee y se mira desde todos lados. Y desde lejos. Como con el diario, que se luce en los kioscos por su títulos “tamaño molde”, “ingeniosos” y con impacto.
Una tapa, una placa, un “zócalo”. Crónica.
En 2023, con el diario celebrando sus 60 años, cada edición le rinde un homenaje a su creador. Lo mismo que el canal. Las audiencias evolucionan y Crónica, también.
Crónica en todos sus formatos, con un estilo indeleble, como le gustaba a García y como lo sienten cada uno de los periodistas que hicieron, hacemos y harán Crónica.
Una marca que se “palpa”. Nada es más atrapante que el “sentir dactilar” de tocar el papel, de leer cada página. Y vivir esas noticias en la pantalla y la web.
Crónica se lee, Crónica te ve, Crónica se ve todos los días y siempre. Y García, dónde esté, también.
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