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Por Hugo Ferrer

Después de haber examinado el éxito con su revista Así es Boca, Héctor Ricardo García estaba convencido de lo que quería: “1953 sería el año que marcaría, definitivamente, mi futuro. En la editorial RuHo-Col fui perfeccionando mi idea de crear mi propia revista y fundar una empresa periodística (…) Pero mi sueño era convertirme en editor; trabajar para mí. Y, poco tiempo después, lo conseguiría. Lo que ni siquiera soñaba era que el precio por aquello fuera, a veces, tan caro. Tan caro y peligroso”.

Y surgió la gran creación. Lo que se iba a llamar “Última Hora”, casi sobre su aparición, se convirtió en Crónica: “El lunes 29 de julio de 1963, a las cuatro de la tarde, vio la luz mi diario, que salía a enfrentar, en muy adversas condiciones competitivas, a La Razón, Correo de la Tarde, Crítica en situación tambaleante y El Siglo, editado por la Editorial Haynes. La primera edición apenas si vendió 5.000 ejemplares”.

Seguir el legado

Luego, el furor y el impacto en la sociedad y en el poder. El shock único por la venta de millones de ejemplares y la marcación de un estilo periodístico único, que aún perdura.

En manos del Grupo Olmos desde 2005, el diario no sólo mantiene su protagonismo sino que enarbola, intacta, la bandera y el legado de su creador. Lo mismo ocurre con el canal de noticias Crónica TV y todas las plataformas.

Crónica, memoria del país

Desde hace varios días la sociedad se vio envuelta en la polémica que generó la exitosa serie de Carlos Menem. El fotógrafo Olegario, Zulema, Carlos, Carlitos, Zulemita, María Julia, un tapado… Todos protagonistas de una historia que cruzó a millones de personas.

Los que “se devoraron” la serie vivieron gran parte de lo que pasó en una época del país. Algunos ni habían nacido; otros recién ahora toman la magnitud, a favor y en contra, de quién fue Menem. En ese abanico de fechas, historias y personajes está Crónica.

En su 62 cumpleaños, muchos de esos personajes reales fueron protagonistas del diario, desde tapas a notas, y aún hoy, cuando hablan y recuerdan es casi como volver a la historia.

Menem y Zulema celebraron en el balcón. En la serie, el mismo festejo. Crónica, testigo de la realidad.

Crónica, testigo de la realidad

Los hechos periodísticos, desde los más relevantes y que han causado conmoción nacional (y hasta internacional) se han reflejado en las páginas.

En el caso de Menem, su historia llevada a una serie es como tantos hechos en los que Crónica le dio cobertura, despliegue, seguimiento. Muchos de los que la vieron recordarán, sin eufemismos, que mucho de lo que ahí se contó (aunque digan que es una ficción) ya lo “habían vivido” por Crónica, con todos sus matices.

Siempre junto al pueblo

Mientras tanto, Crónica mantiene vigente su compromiso con su público. Los de siempre y los nuevos lectores. A lo largo de su historia, Crónica se consolidó como la rueda de auxilio de una justicia informal.

Desde hace 62 años les da lugar a los más desamparados. Los que menos tienen saben del rol: es el medio que le da voz a los sectores más vulnerables y desamparados.

La grieta del Estado y la política con la gente tiene un puente único: Crónica, que muestra la realidad.

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