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Una semana antes del balotaje, los dos candidatos presidenciales tendrán su cara a cara en el debate presidencial. Con total incertidumbre sobre los resultados y mientras Juntos por el Cambio define posicionamientos, el 12 de noviembre será una cita televisiva trascendental. Hubo una reunión esta mañana entre los equipos para organizar y, como se esperaba, una diferencia que no se pudo resolver: los delegados de Javier Milei pidieron mantener los papeles como “ayudas memoria” en el atril; los de Sergio Massa objetaron que el oponente lea sus postulados ante el electorado. Los motivos de cada lado y quién define.

Fuentes de la Cámara Nacional Electoral, la anfitriona de los debates presidenciales, confirmaron a Grupo Crónica que “existió esa diferencia”. Si bien se trató de una reunión en la que ambos equipos fueron con la idea de acordar sobre el formato y avanzar con lo que indica el reglamento, la posibilidad de leer marcó un contrapunto y no fue el único.

Por Unión por la Patria asistieron el vicejefe de gabinete, Juan Manuel Olmos; el asesor en comunicación catalán, Antoní Gutiérrez Rubí; el responsable de Comunicación Estratégica del Ministerio de Economía, Santiago García Vázquez; y dos abogados del frente. Por La Libertad Avanza de Milei, concurrieron la jefa de campaña, Karina Milei, y el consultor Santiago Caputo, sobrino de Nicolás Caputo, asesor y amigo personal del expresidente, Mauricio Macri.

La objeción de los cinco representantes de Massa no fue una sorpresa para los dos que fueron por Milei. El candidato de Unión por la Patria ya había declarado públicamente que no estaba de acuerdo con lo que ocurrió en los primeros dos debates, en los que a varios candidatos, incluído Milei, se los notó leyendo.

“Yo fui y planteé cada tema en función de las ideas que tengo en la cabeza”, aseguró Massa sobre su participación. “Cuando veo a los candidatos leyendo, yo digo, ¿quién escribió eso?, ¿quién se lo escribió?”, se preguntó.

En los días posteriores al segundo debate, desde las primeras filas de Unión por la Patria pusieron de ejemplo la norma que rige en el recinto del Congreso donde “está prohibido leer porque justamente deslegitima el planteo del legislador al abrir una incógnita sobre quién escribió ese texto”.

En los primeros dos debates que se organizaron en Santiago del Estero y en la sede de Derecho de la UBA de la ciudad de Buenos Aires -allí será el tercero del 12 de noviembre-, todos los candidatos tenían habilitados llevar algunas pocas hojas con anotaciones, pero desde Unión por la Patria exigieron este lunes que eso ya no esté permitido. “Ni hojas, ni gráficos”, solicitaron. No hubo acuerdo con La Libertad Avanza, desde donde, además, exigieron consensuar con la producción algunos planos de las cámaras y menos movimientos.

Los representantes de Massa no prestaron atención al asunto de las cámaras, sí insistieron con la eliminación de los “ayuda memoria”. La postura puertas adentro del comando de campaña fue escalando en los últimos días a la luz del pacto sellado entre Macri, la tercera en las elecciones y excandidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, y Milei.

Antes de eso, Massa completó su argumento sobre por qué no le parece correcto leer en los debates de la siguiente manera: “A mí me pueden criticar un montón de cosas pero lo que digo es lo que siento. Me criticaron mucho por ser un tipo de diálogo, hoy es un valor. Me criticaron mucho ser autónomo, independiente, no tener jefes. Ni hoy ni el 10 de diciembre voy a tener jefes porque yo soy el que tiene la responsabilidad de conducir”.

Será la Cámara Electoral Nacional la que decida. Si no hay acuerdo de partes, los jueces definen. El único antecedente, el de 2019, resultó en un “no”. Lo comunicarán entre este martes y el fin de la semana. Antes, el miércoles, será el sorteo sobre el orden en que hablarán y demás cuestiones que atañan al formato. Los ejes se repetirán: Economía, Relaciones Exteriores, Salud y Educación, Producción y Trabajo, Seguridad y Derechos Humanos y Convivencia Democrática.

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