En respuesta al incremento del 59% en el componente Bio, las petroleras que participan del mercado ajustaron el valor de los combustibles en el surtidor. La semana próxima volverán a escalar por la actualización impositiva.

Tras la decisión del gobierno de permitir una suba del 59 % en el valor de la tonelada de biodiesel y 33 en la de bioetanol de caña, desde las 0 horas las petroleras definieron un ajuste en el precio de las naftas y el gasoil de 2.9% promedio en todo el país.

En el mercado se especulaba con un aumento mayor, cercano al 8%. Sin embargo, y a pesar del malestar que causó la medida, las compañías que operan en el mercado local dispusieron un incremento de menos de la mitad.

Según explican desde la consultora Energy Colisium, que dirige el ex ministro de Energía, Juan José Aranguren, tomando como referencia a YPF, para su mix de volumen de ventas, de no ajustarse el precio de sus combustibles en el surtidor por esta razón, el saldo de ambos efectos arrojaría una pérdida mensual en enero 2021 en torno a los 29 millones de pesos, sin ponderar modificaciones en el precio del petróleo crudo ni del tipo de cambio en la última quincena.

 

Este no sería el único aumento, ya que la semana próxima los importes volverían a trepar si es que las autoridades deciden no postergar la actualización impositiva que impactaría en $1,24 en la nafta y $0,82 en el gasoil.

 

De acuerdo a lo señalado por la consultora de Aranguren, la AFIP ya publicó la actualización del ICL e IDC que será aplicada a partir del 15 de enero de 2021, “lo que pondrá mayor presión sobre los refinadores (YPF a la cabeza) para trasladar su impacto en el precio de venta al público de los combustibles a partir de dicha fecha”.

El ajuste en el precio de los combustibles solo recoge el primer escalón definido para enero 2021.

Leé más notas de La Opinión Austral