Destrabe de las represas: una gestión decisiva del gobernador Claudio Vidal en medio de la incertidumbre

Durante meses, el futuro de las represas hidroeléctricas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner estuvo atravesado por la incertidumbre. La paralización de las obras, los desacuerdos contractuales entre el Estado Nacional y la contratista china Gezhouba, y las tensiones en la relación bilateral entre Argentina y Estados Unidos sumaban dudas sobre la posibilidad real de reactivación. En ese escenario complejo, la figura del gobernador Claudio Vidal fue clave para lograr el acuerdo que hoy permite anunciar el reinicio de las obras.

Desde que asumió su mandato, Vidal insistió en que las represas debían continuar. No sólo por el impacto energético que representan, más de 4.900 gigavatios al año para el sistema nacional, sino por el trabajo que generan en la provincia, con miles de puestos directos e indirectos. Lejos de resignarse ante los condicionamientos externos, reconocido por el propio Jefe de Gabinete Nacional Guillermo Francos, Vidal encabezó gestiones ante el gobierno nacional, ENARSA y la empresa Gezhouba para que se avanzara en un entendimiento viable.

Ante la incertidumbre, Vidal persistió. Sostuvo reuniones técnicas, articuló con trabajadores del sector, y viajó a China y en reiteradas ocasiones a  Buenos Aires para plantear directamente al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, la urgencia de reactivar los trabajos. Finalmente, y tras intensas negociaciones, el 18 de julio se firmó el acuerdo que garantiza la reanudación de las obras, comenzando por la represa Cepernic una vez superado el invierno.

“El destrabe de este proyecto es una señal clara de lo que pasa cuando hay decisión política”, expresó Vidal, que celebró la firma junto a Francos, el presidente de ENARSA Tristán Socas y representantes de la contratista. El convenio incluye un cronograma de tres desembolsos y ajustes técnicos para poner en marcha nuevamente los trabajos paralizados durante el gobierno anterior.