El empresario Carlos Rosales, presidente de la aseguradora Grupo Prof y protesorero de San Lorenzo de Almagro, se convirtió en el nuevo propietario de Garbarino a cambio de asumir la millonaria deuda que arrastra la empresa. La venta se concretó este miércoles, cuando los dueños de la mayor cadena de electrodomésticos y electrónica del país se reunieron para firmar el acuerdo final junto con Rosales.
A través de un comunicado, Rosales destacó el enorme desafío que implica “poner en marcha el nuevo plan de negocios y expansión de la mayor cadena de retail del mercado argentino. Una empresa de 69 años de historia con un importante capital humano que ha sabido apostar a la omnicanalidad, integrando todas las ventajas del mundo físico y del online, para adaptarse a las nuevas tendencias de consumo, siendo la segunda empresa de comercio electrónico del país.
El nombre de Carlos Rosales es más conocido en el ambiente del fútbol que en el mundo de los negocios . Rosales ingresó a la política de San Lorenzo hace diez años como candidato de la lista de Carlos Di Meglio, quien perdió finalmente con Carlos Abdo. Pero desde el año pasado es el protesorero del club de Boedo en la gestión que encabeza Marcelo Tinelli.

Carlos Rosales es protesorero de San Lorenzo y lidera el grupo asegurador Prof.
Rosales se terminó imponiendo en la puja por quedarse con Garbarino a jugadores muy relevantes , como el fondo Inverlat -manejada por un grupo de ex banqueros con pasado en Citibank y Deutsche Bank y que controla entre otras empresas a Havanna- y al grupo Covelia, del empresario Rubén Depresbiteris, vinculado a Hugo Moyano.
Según trascendidos, la operación se cerró antes de lo previsto. Fuentes allegadas a la compañía aseguraron que se esperaba la transacción para finales de esta semana pero la gestión se aceleró, dado que el proceso de due dilligence, que se inició tras la firma del pre-acuerdo el 22 de mayo pasado y previsto en 20 días, marchó “de acuerdo a lo estimado”.
“De esta manera, después de un largo proceso de trabajo conjunto, entre los equipos técnicos, proveedores y management de la empresa, finalizó el due dilligence”, sostuvieron desde Prof.
La tarea que tienen por delante Rosales y su grupo no es menor. La cadena de electrodomésticos arrastra una deuda de $12.000 millones, que se reparte entre un grupo de bancos y las empresas proveedoras. Por la pandemia, la empresa no puede operar normalmente -la mayoría de sus 200 sucursales solo están abiertas para el cobro de cuotas-, aunque en medio de la cuarentena el actual management de la cadena, liderado por Carlos García, se las arregló para potenciar su negocio de ventas online, logró un incremento del 50% en el tráfico y duplicó la ventas de su marketplace.
Leé más notas de La Opinión Austral
Compartir esta noticia
Dejanos tu comentario