Tras recibir la sede del arzobispado el sábado pasado en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires, en su nueva misión pastoral, monseñor Jorge García Cuerva celebró su primera misa en las fiestas patronales en Ciudad Oculta.

En la mañana del domingo, la gente recibió con alegría al arzobispo, que celebró la Eucaristía junto a los sacerdotes del barrio y a los visitantes misioneros en las calles del barrio.

En su homilía, García Cuerva afirmó que “la virgen del Carmen mira a sus hijos con los ojos del amor”. Todos los hijos se mandan macanas, pero “mamá siempre está dispuesta al perdón”, señaló.
Hizo mención de su paso como capellán en la pastoral carcelaria y la fuerte imagen de los visitantes de los internos, entre los que “nunca faltaba la vieja”.

Mirando con ternura a los rostros marcados por la vida de Ciudad Oculta, invitó: “Sentite abrazado y mirado por la virgen”.

En la ocasión, García Cuerva administró el sacramento del bautismo y de la confirmación a niños y adultos de la comunidad.

Luego la comunidad, junto al arzobispo García Cuerva, celebró las fiestas patronales e hizo honor a su lema: “Desde el principio y para toda la vida, la Oculta tiene una madre, la virgen del Carmen”.

Por la tarde, continuó su itinerario celebrando la misa en la comunidad de la parroquia de la Inmaculada Concepción, conocida popularmente como “La Redonda” de Belgrano.

En tanto que este lunes visitó el hospital Muñiz, donde recorrió las salas y estuvo conversando con pacientes, profesionales de la salud y voluntarios que colaboran con la institución.

 

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