Néstor Kirchner está sentado de espalda a las ventanas. Con su camisa a cuadros, en su mesa tiene un café sobre un individual con la cara de Perón y Evita, el libro Sinceramente de la vicepresidenta Cristina Fernández y un cuaderno de visitas para que todos los que entren a la parrilla/restaurante NK Ateneo dejen su testimonio. En el corazón de San Telmo, abrió las puertas un espacio gastronómico que le rinde culto al ex presidente.

Todas sus paredes tienen fotos de Kirchner, desde que era un niño hasta que se convirtió en presidente. Un recorrido por toda su vida, con sus amigos, compañeros de militancia y políticos, como Fidel Castro, Evo Morales, Hugo Chávez y hasta Ricardo Alfonsín, entre otros.
Cuenta con dos plantas y un lugar para 76 comensales, abre de miércoles a domingo de 10 a 24 horas. Su personal usa camisas negras que en la espalda recuerdan frases memorables de la era kirchnerista como “Quisiera que me recuerden” o “Vengo a proponerles un sueño”, entre otras. Todos los individuales tienen imágenes de Perón, Evita y Néstor Kirchner.

El creador del NK Ateneo es Rudy Fernando Ulloa, un entrañable amigo de Néstor Kirchner que lo conoce desde chico. Hace 14 años, inauguró el primer NK Ateneo en Río Gallegos y lo convirtió en un lugar de culto, donde los fanáticos y amigos del ex presidente se reúnen para recordarlo. Entusiasmado con el impacto, Ulloa abrió este segundo local en San Telmo y le adelantó la noticia a La Opinión Austral, el medio al que le concedió su primer reportaje contando su relación con Néstor Kirchner.
Leé más notas de La Opinión Austral
Compartir esta noticia
Dejanos tu comentario