Con ocho puntos de rating promedio en su emisión de este viernes, Mamushka, el ciclo de entretenimientos conducido por Mariana Fabbiani, se posicionó como uno de los tres programas más vistos del día en El Trece y afianza sus mediciones con promedios superiores a los siete puntos en las últimas dos semanas, formalizando un éxito. De todas formas, la cuestión numérica, siempre azarosa en la televisión, no es más que la carátula para reinterpretar la versatilidad de su anfitriona.

Desafío superado para la conductora que busca reinventarse y no se queda en el lugar de comodidad tan propio de la televisión de aire. En general, los animadores suelen instalarse en sus “naves insignias” y allí permanecen, lo cual, por supuesto, también es válido. Más de una vez nos hemos preguntado por qué Marcelo Tinelli -acaso el más exitoso- nunca se permitió correrse del, a veces cansador, formato del Bailando y no se arriesgó a comprar otras exitosas para conducirlas él mismo.

Con experiencia en todos los estilos y horarios de la televisión, Fabbiani consolida su rol de conductora con Mamushka. Tras siete temporadas dedicándose al periodístico formal en El diario de Mariana con singular suceso, decidió volver a las fuentes con una conducción descontracturada, que le permitió recuperar su característica carcajada, y en plan familiar. El programa fue haciendo ajustes en tiempos de competencia feroz por el rating, incluyó a famosos en los juegos y se acomodó en el número buscado que durante mucho tiempo logró en esa franja Iván de Pineda con Pasapalabra.

Ella ha tenido ciclos de largo aliento -salvo excepciones- y ha ido probando la versatilidad en cada intento con absoluta continuidad laboral: cinco temporadas iniciales en Perdona Nuestros Pecados (PNP) junto a Raúl Portal, dos años al frente de Mariana de casa -al mediodía y en un formato infantil-, y siete al frente del Resumen de los Medios (RSM), para luego llegar a los siete años del magazine periodístico que terminó en diciembre pasado. En el medio, el ciclo El ojo cítrico y un programa diario que condujo para la cadena Telemundo/NBC Network que se vio en los Estados Unidos, ciclo que se hizo para la cadena latina de la señal y que al resultar exitoso pasó a emitirse en todo el país. Durante el desarrollo de todos los proyectos ganó cuatro premios Martín Fierro y condujo siete veces la entrega de los galardones de la televisión argentina.

La conductora vuelve a reinventarse y no se queda en su lugar de comodidad.

Este repaso parece redundante pero afirma el concepto de “arriesgar” y probar en 27 años de carrera (24 conduciendo): una actitud que la devuelve cercana y cotidiana a un público que la sigue eligiendo. En un medio que en general festeja los éxitos, pero desde ciertos sectores se espera la caída de algún referente para “caerle encima”, esta nueva jugada apareció especialmente riesgosa, justamente, después de venir de un ciclo consolidado de largo tranco. La verdadera vigencia de la gente de una televisión de bajo encendido es, a estas alturas, no bajarse de la rueda -de la fortuna o de la pobreza- y nunca dejar de rodar.

Conductores acomodados y con un buen saldo en su cuenta bancaria eligen, en muchos casos, tomarse años sabáticos, esperar que “pase el temblor” y volver en tiempos mejores. Nuestros grandes divos, sin ir más lejos, por un motivo o por otro, están en sus casas.

En cambio, Jorge Rial, Verónica Lozano, Alejandro Fantino, Guido Kaczka y Fabbiani, solo por citar cinco figuras consagradas, salen a pelear la audiencia y a revalidar el título de cercanía y empatía con su público pese a los riesgos que esto implica.

“A pesar de la angustia y la incertidumbre que genera la pandemia estoy viviendo un momento profesional muy bueno y que me tiene muy contenta”, revela Fabbiani a Teleshow. “Mamushka es alegría y diversión, y eso me reconforta en este momento: llegar a la pantalla de los argentinos y que tenga tan buen recibimiento”, agrega.

Fabbiani juega y se divierte ahora con la misma naturalidad que antes desarrollaba en un rol más periodístico, sin la necesidad de sentir que se estaba perdiendo de algo. Es muy habitual escuchar a conductores lidiando con aquello que “están para otra cosa”, un imperdonable error y vicio muy habitual. Una insatisfacción inexplicable que se trasluce al aire, en tanto y en cuanto algo les dice que deberían estar en otro lado. Si hacen política se imaginan en un programa de entretenimientos. Si hacen chimentos, quieren un programa político.

Ella llegó al lugar que tiene dejando fluir su camino. Con el desafío cumplido, seguirá apostando a ganador: desde el lunes 24 Mamushka pasará a las 17 horas, en el enroque y movida de grilla vespertina del canal que sufrirá varios cambios desde ese día.

Desde el lunes “Mamushka” pasará a emitirse a las 17.

A las 14:30 debutará el magazine Mujeres de El Trece, conducido por Soledad Silveyra, Claudia Fontán, Teté Coustarot, Roxy Vázquez y Jimena Grandinetti. A las 16 llegará Cien argentinos dicen, con Darío Barassi. A las 17 irá Fabbiani, aceptando el desafío de cambiar de horario en el momento de mayor consolidación de rating, y a su término saldrá al aire El Gran Premio de la Cocina, hasta la llegada de Telenoche.

Estará en el armado de su producción seguir afianzando a una conductora que resiste los cambios sin dejar de liderar: he aquí su mérito principal.

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