Escándalo por las cenas clandestinas de famosos y políticos en medio de la pandemia

Días atrás, se había dado a conocer que un ex concejal y analista de mercados financieros Carlos Maslatón, había comenzado a “militar” la apertura de casas de comida en medio de la cuarentena por coronavirus que rige estrictamente en Buenos Aires, donde el número de contagios no logra descender.

En principio, salió a la luz que algunos bares porteños empezaron a difundir entre sus clientes más fieles la “apertura” a puertas cerradas, para cenas VIP. Las principales aperturas clandestinas son de lugares que tienen algunos de los cubiertos más caros de Buenos Aires y sus propietarios son reconocidos chefs, aseguró la periodista Graciela Moreno en BAE Negocios.

Tras conocerse esta modalidad, Maslatón comenzó a publicar en Twitter mensajes con el fin de alentar esta apertura ilegal: “Hay insurrección este fin de semana en toda la Capital y el Gran Buenos Aires. Están abriendo masivamente restaurantes clandestinos. Es obligación de todo cliente: 1) No denunciar ni publicar coordenadas; 2) Pedir la cuenta 100% barrani, nada de facturas. El enemigo es el estado”, reza uno de sus tuits.

Entre sus tantos tuits alusivos al tema, Maslatón dejó en evidencia que Dante Liporace, quien fue chef de Mauricio Macri hasta el 10 de diciembre de 2019, realizaría cenas y eventos clandestinos en plena pandemia.

Este lunes, el conductor Jorge Rial profundizó esta polémica y develó en el programa Intrusos cómo diversos famosos, políticos y figuras públicas participan de cenas y encuentros clandestinos en medio de la cuarentena obligatoria.

Según relató el periodista, existe un red de restaurantes de reconocidos chefs que realizan comidas clandestinas “por invitación” con personalidades pese a las restricciones que rigen por la pandemia. El periodista resaltó que “no baja de 5000 pesos el cubierto” y que se paga “en efectivo”.

El conductor indicó que son “ricos, famosos y poderosos políticos” los que asisten a estos encuentros, y que “algunos de los que se contagiaron salieron de ahí”. “Después es fácil decir ‘fue la mucama o una empleada’”, disparó.