Este sábado se conoció la triste noticia del fallecimiento de Silvia Liceaga, la esposa del periodista Carlos Monti. La mujer de 66 años luchaba con una leucemia que le diagnosticaron en 2016.

La Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentinas (APTRA) dio a conocer la noticia este sábado por la mañana: “Lamentamos comunicar el fallecimiento de Silvia Liceaga, esposa del querido socio y ex directivo Carlos Monti y madre de la socia Milagros Monti”.

“Hace seis años, tras haberse diagnosticado leucemia, había sido intervenida con un trasplante de médula. En los últimos tiempos permaneció en internación domiciliaria. La Comisión Directiva acompaña el dolor de Carlos Monti y sus familiares y eleva una oración por la memoria de su esposa”, compartieron.

Liceaga era madre de tres hijos y abuela. Además, era una ferviente fanática de Boca Juniors por lo que la familia realizara un homenaje en su honor al comenzar el partido el Xeneize contra Fluminense por la final de la Copa Libertadores.

El duro relato de Carlos Monti sobre la enfermedad de su esposa

Hace un tiempo atrás, el periodista de espectáculos había hablado del estado de salud de sus esposa en una entrevista en Desayuno Americano y compartió detalles del difícil momento que estaba atravesando: “A Silvia le detectaron leucemia en noviembre y en marzo le hicieron el trasplante. El problema es que este procedimiento podía tener 3 resultados: que el cuerpo lo acepte, que lo rechace o que tenga algo que se conoce como injerto de huésped que fue lo que tuvo ella, 40 días después del trasplante. Eso fue lo peor”, comenzó contando Carlos Monti.

Entonces, explicó que su esposa recibió la médula de uno de sus hermanos, que tenía una coincidencia del 100%. Sin embargo, luego reveló: “Pero la médula de mi cuñado no se reconoció en el cuerpo de Silvia y empezó a atacar a los órganos. Esto puede ser temporal o crónico, en mi mujer se hizo crónico”.

“Uno se tiene que ir preparando para lo peor… esto nos dio vuelta, nos cambió la vida”, expresó el periodista entre lágrimas. Luego, afirmó: “Silvia es una mujer alegre, muy vital. Muy. Es encantadora, por eso me enamoré de su empuje pero tuvo que dejarlo todo por su salud. Nosotros nos adaptamos a ella, hace años que duermo con un ojo abierto”.

 

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