La dramaturga y periodista María Cristina Verrier, reconocida por su extensa producción como autora con obras como “Los olvidados“, “La bronca” o “Naranjas amargas para mamá“, y quien se convirtió en la única integrante del grupo de militantes peronistas que en 1966 secuestró un avión de pasajeros que iba a Río Gallegos para desviarlo hacia las Islas Malvinas, falleció este viernes en la Ciudad de Buenos Aires a los 83 años.

La noticia de su muerte fue dada a conocer mediante un comunicado emitido por Argentores (Sociedad Argentina de Autores): “Con gran pesar despedimos a la dramaturga y periodista María Cristina Verrier, quien falleció ayer en la ciudad de Buenos Aires. Desde Argentores enviamos nuestras condolencias a familiares y amigos de nuestra socia en este triste momento”.

Nacida en 1939 en la Ciudad de Buenos Aires, Verrier destacó en el mundo del teatro y el periodismo, llegando a trabajar en la Revista Panorama. Pero su nombre también quedó grabado en la historia de la Argentina por su participación en el “Operativo Cóndor“, que tuvo lugar el 28 de septiembre de 1966.

En ese entonces, con tan solo 27 años, Verrier, junto con su pareja Dardo Cabo y otros 16 integrantes del Movimiento Nueva Argentina (MNA), secuestraron un avión de Aerolíneas Argentinas que se dirigía de Buenos Aires a Río Gallegos y lo desviaron hacia las Islas Malvinas. Una vez allí, izaron las banderas argentinas y reclamaron por la soberanía del territorio.

A pesar de ser superados en número y armamento, negociaron dejar las armas en el avión y se entregaron ante el párroco de la Iglesia de las Islas, pero nunca ante las autoridades británicas. Horas después, regresaron al continente en un buque argentino. Verrier era la única mujer que integraba el grupo.

La valentía y el coraje que demostró en aquel momento fueron reflejados en su obra teatral, la cual ha dejado un importante legado en la cultura argentina. Entre sus trabajos más destacados se encuentran “La balada de la idiota“, “Acá están, estos son“, “Cero” y “La cueva de los tres jorobados“.

Verrier también fue fundadora, junto a Abel Sáenz Buhr, del teatro El Altillo, ubicado en Florida 460, donde estrenó muchas de sus piezas. La noticia de su fallecimiento ha causado conmoción en el mundo artístico y cultural de Argentina, y su legado continuará siendo recordado como una de las figuras más destacadas de la dramaturgia argentina del siglo XX.

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