El ajedrez argentino y mundial tiene una nueva estrella: se trata de Faustino Oro, un niño de nueve años que está rompiendo todos los récords y logrando metas que superan a las de los grandes maestros del juego ciencia. Faustino aprendió a jugar al ajedrez durante la pandemia, hace apenas tres años, y desde entonces no ha parado de sorprender con su talento y su progreso.
Faustino Oro es el mejor jugador Sub 10 y Sub 11 del mundo, con un puntaje ELO de 2335, el más alto que nadie ha alcanzado a esa edad. Además, acaba de obtener su primera norma de Maestro Internacional, tras quedar subcampeón en el ITT Copa Ciudad de Comodoro Rivadavia, con 6,5 puntos en 9 rondas. En este torneo, Faustino terminó invicto y logró tablas ante dos grandes maestros: Neuris Delgado Ramírez y Diego Flores, quien fue el ganador del certamen.
El niño prodigio del ajedrez argentino supera así los logros que tenían a su edad genios como Robert Bobby Fischer, Garry Kasparov o el actual número 1, Magnus Carlsen. Faustino aspira a convertirse en el Gran Maestro más joven de la historia, un récord que ostenta el estadounidense Abhimanyu Mishra, quien lo consiguió a los 12 años, 4 meses y 25 días.
Faustino Oro juega en el club Torre Blanca de la Ciudad de Buenos Aires, donde recibe clases de varios profesores que lo ayudan a mejorar su nivel. El chico dedica 10 horas por semana al estudio del ajedrez, una pasión que comparte con su familia. Su padre, Pablo Oro, es también un jugador aficionado y su principal apoyo.
El futuro del ajedrez argentino y mundial parece estar asegurado con este pibe de oro, que sigue los pasos de los mejores jugadores del país, como Miguel Najdorf y Oscar Panno. Faustino Oro tiene un sueño: ser campeón mundial de ajedrez. Y con su talento y su esfuerzo, está cada vez más cerca de lograrlo.
Faustino, el pequeño hincha de Vélez Sarsfield, aprendió a jugar este milenario juego con el comienzo de la pandemia viendo videos en YouTube, hace apenas 3 años, y desde allí desarrolló una sorprendente evolución.
Actualmente, el jugador del club Torre Blanca de la Ciudad de Buenos Aires, estudia 10 horas por semana, y el lugar le puso varios profesores para que prosiga su notable evolución. De continuar esta senda, se advirtió, no debería faltar mucho para que llegue a ser Gran Maestro, el listón más alto de los ajedrecistas.
De esta forma, Argentina parece encontrar un posible seguidor de los mejores jugadores del país, el recordado Miguel Najdorf y Oscar Panno.
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