Cada 30 de noviembre aflora el sentido de pertenencia y orgullo en su máxima expresión. Es un fecha que simboliza de una manera muy particular, porque el recuerdo del día que el pueblo azulgrana se opuso a la privatización del club, representa la idiosincrasia del hincha de San Lorenzo y se festeja en consecuencia.

¿Por qué motivo se celebra este día tan especial? La explicación se remonta al año 2000. En aquel momento, el acuerdo entre la multinacional International Sport and Leisure (ISL) y la dirigencia comandada por Fernando Miele era casi un hecho. Su intención era vender los derechos de imagen del Ciclón y ceder los ingresos del club durante 20 años a la empresa de origen suizo.

 

Sin embargo, la presión popular hizo que ese convenio quedara en la nada. Cientos de Cuervos autoconvocados acudieron al Nuevo Gasómetro, lugar donde se estaba por llevar a cabo la reunión de Comisión Directiva para aprobar la venta, y después de varios incidentes, corridas y represión policial, impidieron la firma definitiva del contrato. En mayo del 2001, ISL quebró en medio de un escándalo que incluyó al FIFA Joseph Blatter.

Para dejar bien en claro que San Lorenzo es de sus hinchas, el 26 de septiembre de 2016 se reformó en el Estatuto Social del club, donde entre otros temas, se destacó todo aquello que tenga que ver con el rechazo a cualquier iniciativa relacionada con convertir a los clubes en Sociedades Anónimas Deportivas.

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