El fiscal de Junín a cargo de la causa, Esteban Perdernera, informó que el hallazgo del cuerpo de Rosa Inés Fernández se produjo luego de que este miércoles dos testigos se presentaran espontáneamente y aportaran información precisa sobre lo ocurrido con la víctima, ya que el propio acusado, Sandro González (40), se los había confesado.

El cuerpo estaba en la obra en construcción que el ahora detenido tenía a su cargo en un terreno de la calle Siria 624, de Junín. “El cerco comenzó a cerrarse, apareció un testimonio contundente que pudimos corroborar con otros testimonios y a las 19.30 dispuse la detención de urgencia del imputado y a partir de ese momento comenzamos a planificar la búsqueda del cuerpo porque era muy categórico a que Rosa estaba muerta”, dijo el fiscal al canal TN.

Hallamos el cuerpo envuelto detrás de un muro, enterrado a un metro de distancia y sobre él había movimiento de tierra, mucho escombro compactado, estaba muy bien disimulado”, detalló.

En base a los dichos de los testigos, el fiscal dijo que todo indica que el femicidio fue cometido el domingo 26 de julio en el domicilio de González, donde se produjo una discusión entre los dos integrantes de la expareja -que tenían tres hijos en común- por una “cuestión económica”.

“Tenemos referenciado que (González) recibió una cachetada y él la toma del cuello, en el momento siente que se desvanece, cae a los pies y ahí él cuenta haberla envuelto en un cobertor que utilizaba para cubrir el auto y en una lona celeste. La cargó en el baúl del auto y al día siguiente aprovechó que trabajaba en la obra, cavó el pozo y la enterró“, relató Pedernera.

El fiscal dijo que no había denuncias judicializadas por violencia de género hacia la mujer, aunque durante la investigación surgieron elementos sobre la relación violenta que mantenían al menos desde que se habían separado.

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