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Las finales del torneo interno de tenis disputado en el Río Gallegos Tennis Club cumplieron con las expectativas y regalaron un cierre a la altura de un certamen que se fue consolidando como un espacio de competencia y encuentro para los jugadores locales. La jornada decisiva mostró talento, paridad y pasión en cada cancha, ratificando que el tenis en la capital santacruceña atraviesa un momento de crecimiento y entusiasmo.
La competencia reunió a destacados tenistas de la ciudad, quienes animaron cada instancia con partidos de gran intensidad, tanto en las categorías individuales como en dobles, masculino y femenino. El torneo, además de ser una vidriera para los jugadores locales, volvió a poner en valor el esfuerzo del club y de sus socios por sostener un espacio de competencia interna que, año tras año, suma nivel y participación.
En categoría, Primera de caballeros, el título quedó en manos de Emiliano Rovitti, quien logró imponerse en la gran final ante Pablo Ahumada. Fue un partido de alto voltaje técnico y emocional, donde Rovitti sacó a relucir su mejor versión para quedarse con un trofeo que siempre tiene un valor especial en el ámbito local.
En la segunda categoría, la definición consagró a Carlos Alday, que venció a Ariel Ramos en el duelo decisivo. En tanto a la categoría Intermedia, la final tuvo a José Taboada y Matías Peraggini. Allí Peraggini sacó a relucir su mejor tenis y se llevó el trofeo.
Por el lado del dobles femenino, las campeonas fueron Bertoni y Simurro, una dupla que mostró gran entendimiento dentro de la cancha y que supo resolver con jerarquía cada partido camino a la consagración.
El Río Gallegos Tennis Club volvió a ser escenario de partidos que no sólo se jugaron con raqueta, sino también con el corazón. La pasión de los jugadores locales, el esfuerzo de los organizadores y el acompañamiento de la familia del tenis regional construyen un presente que permite soñar con un futuro de mayor crecimiento para el deporte en la ciudad.
Porque en definitiva, más allá de los campeones y los resultados, lo que quedó en evidencia una vez más es que el verdadero triunfo está en seguir fortaleciendo espacios donde el deporte convoca, une y transforma.
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