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A poco más de una semana de la muerte del papa Francisco, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva fue entrevistado por Pedro Rosemblat en el streaming Gelatina.

“Fueron días complejos. Si bien sabíamos que estaba muy grave de salud, la partida de Francisco nos sorprendió a todos. Después la conmoción de ver a un pueblo llorando, ver a tanta gente tan triste que se acercaba a la catedral, a las parroquias del país y, seguramente, esta misma experiencia en el mundo”, manifestó García Cuerva.

El arzobispo no viajó a Roma para asistir a los funerales. “Quise quedarme acá con la gente, compartiendo y transitando ese dolor. Fue una semana muy intensa, muy rara, pero muy hermosa también, esto es lo curioso, hermosa porque fue estar junto con la gente, recordando a Francisco y asumiendo que el mejor legado que nos dejó es ahora el desafío nuestro de concretarlo“, afirmó.

“Quienes lo acompañamos en algunas tareas en Roma y quienes lo hemos seguido en su pontificado teníamos claro lo que significaba él a nivel mundial. En la Argentina, más allá de haberlo siempre metido en el medio de nuestras grietas, sabíamos que había un pueblo que se quedaba con su palabra y con sus gestos y ese pueblo es el que salió a la calle“, resaltó.

El arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva fue entrevistado por Pedro Rosemblat en el streaming Gelatina.

En este sentido, sostuvo: “Creo que hemos vuelto a tomar conciencia de quién era Francisco con lo que significó su despedida”.

Cercanía

Con respecto al vínculo con el pontífice, García Cuerva comentó: “No fui de los que más lo conocía, en Buenos Aires nos habíamos cruzado una o dos veces cuando él era el cardenal y yo era sacerdote del clero de San Isidro, un saludo de vez en cuando y nada más”.

“Lo conocí cuando fui a a dar una charla sobre inequidad social al Vaticano y ahí empezamos a conversar. Me nombró primero obispo auxiliar de Lomas de Zamora, después fui obispo de Río Gallegos, y después me designó en Buenos Aires“, repasó.

Asimismo, repasó. “En el medio me pidió algunas misiones muy particulares. Fui interventor de una congregación religiosa que tenía varios líos“, mencionó sobre la designación como comisario pontificio en el Instituto Miles Christ, responsabilidad que culminó luego de que el 6 de marzo pasado, el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, decretó su supresión, con la aprobación del Papa Francisco el 6 de febrero.

García Cuerva, además, fue designado como integrante del Dicasterio de los Obispos, donde actualmente continua.

Me fue dando mucha confianza con distintas tareas, creo que me iba midiendo, me iba conociendo. Fue una experiencia maravillosa”, expresó.

La designación como arzobispo, reconoció “me generó una gran sorpresa y una enorme responsabilidad, pero siempre me sentía muy acompañado y apoyado por él, si bien traté de molestarlo lo menos posible, sabía que estaba. Hoy no está físicamente con lo cual tengo que tener muchísima más responsabilidad”.

Sobre ser arzobispo de Buenos Aires, mismo rol que tuvo Bergoglio antes de ser Francisco, sostuvo: “Ahora significa mucho más que que hace 10 días, impresionantemente”.

Por otra parte, sobre el perfil de “la iglesia en salida” y ser “callejeros de la fe” que pedía el papa, reflexionó: “Él interpretó lo que en los barrios ya se vivía, lo que conocía mucho porque recorría las villas”.

No podemos estar ajenos a la realidad y en el fondo también es plantearnos qué haría Jesús y Jesús se la pasó todo el tiempo dando vueltas, no se quedó encerrado en el templo”, señaló y remarcó “tenés que involucrarte. Estar al lado del dolor indudablemente te complica emocionalmente en una cultura como la actual en la cual tratamos de escaparle. Al involucrarte, vas a sufrir mucho más, pero al mismo tiempo vas a experimentar la vida con mucha más pasión“.

Recordando la frase del pontífice: ‘Esta economía mata’, García Cuerva explicó: “Hay una alerta al mundo y siempre lo planteó: las economías sin rostro. Esto tiene que ver con endiosar el dinero y no pensar en la gente concreta. Lo que Francisco nos planteó es una economía al servicio de la gente, darle el lugar que tiene que tener el dinero que permite un desarrollo integral y de todos”.

“No es que Francisco tenga un posicionamiento político, lo planteó desde la doctrina social de la Iglesia, el dinero tiene que estar a servicio de la humanidad. En un mundo tan cruel como el nuestro, en donde hay tantos hermanos excluidos que son descartables, desechables, plantear economías con rostro humano, es fundamental y él lo plantea en todo su magisterio. En realidad, lo planteó la iglesia siempre, lo que sucede es que molestan en el momento en que se dice”, señaló.

Por último, sobre la visita que no llegó a concretarse de Francisco al país, reflexionó: “Quizá vino ahora, su último viaje fue a la Argentina, creo que ahora está entre nosotros y depende de nosotros que no lo dejemos irse, depende de lo que cada uno viva. Está entre nosotros, viajó al cielo, pero me parece sacó un pasaje también a la Argentina y en ese sentido, la idea es que no se vaya nunca”, cerró.

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