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Las máximas autoridades de la Iglesia Católica recibieron al presidente argentino Javier Milei en la biblioteca del segundo piso del Palacio Apostólico. El encuentro se dio en el marco de la canonización de Mama Antula, que tuvo como visita a la delegación argentina en Roma.
“Ayer el papa Francisco recibió al presidente de todos los argentinos en una audiencia que se extendió por más de una hora. Tenemos que analizar este encuentro con ojos institucionales”, pidió el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva, sobre la audiencia privada realizada en el Vaticano.
García Cuerva remarcó que sobre el contenido de la charla, “hay que referirnos al comunicado oficial de la oficina de prensa del Vaticano”. Sin embargo, festejó que se haya concretado el cónclave.
“Tiene que ser motivo de alegría que haya habido encuentro, que haya habido cordialidad, que haya habido diálogo”, sostuvo en una entrevista con Radio Mitre. Para García Cuerva, son “tres temas tan fundamentales para la reconstrucción argentina”.
“Estoy convencido de que en Argentina no hay más lugar para la división, para el conflicto, para el odio y para la grieta. Creo que tenemos que tender puentes como nos invita el papa a forjar la cultura del encuentro y estar convencidos del modelo del poliedro, que es el modelo que el papa Francisco nos plantea y donde nadie es prescindible. Por eso son importantes el diálogo, la cordialidad y el encuentro”, insistió el arzobispo.
Hasta entonces, la Oficina de Prensa del Vaticano había emitido un comunicado en el que expresó la “satisfacción” del sumo pontífice “por las buenas relaciones entre la santa sede y la República Argentina” y manifestó el deseo de “reforzarlas aún más”.
Durante la audiencia privada, el papa Francisco y Javier Milei compartieron obsequios durante unos 10 minutos adicionales después de su reunión. Milei obsequió al papa una carpeta con la copia de una carta histórica de José María Gutiérrez a Juan Bautista Alberdi de 1854, un cuadro conmemorativo de Mama Antula y productos típicos argentinos como alfajores de dulce de leche y galletitas de limón.
Por su lado, el sumo pontífice le regaló al presidente una colección de sus escritos más significativos, encuadernados en cuero rojo con detalles dorados, destacando las encíclicas Laudato si’ y Fratelli Tutti, junto con un mensaje sobre la inteligencia artificial para la Jornada Mundial de la Paz de este año y un medallón de bronce inspirado en el Baldaquino de la basílica de San Pedro, obra de la escultora Daniel Fusco.
En su primer encuentro con Mauricio Macri, en 2016, el papa Francisco dedicó apenas 22 minutos a la reunión. Con Alberto Fernández estuvo 44 minutos en 2020. Con Cristina Kirchner estuvo menos de una hora en 2013, cuando la expresidenta viajó para su asunción, pero luego estuvieron otras 6 veces juntos; hubo incluso almuerzos de casi dos horas.
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