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La Unión Tranviarios Automotor (UTA) confirmó este jueves su adhesión al paro general del 10 de abril, convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT). La medida afectará a todas las líneas de colectivo del país y busca visibilizar el rechazo del sector al rumbo económico del gobierno de Javier Milei.
El anuncio lo hizo el secretario gremial de la UTA, Gabriel Gusso, quien justificó la decisión en la creciente pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores del transporte. “El Gobierno busca que los salarios vayan por debajo de la inflación, lo mismo que está haciendo con los jubilados”, señaló. Además, criticó con dureza al índice de precios al consumidor (IPC), afirmando que “no refleja la realidad de la gente”.
Un paro con alto impacto
El paro del 10 de abril será el tercero contra la gestión de Milei y promete un alto acatamiento en todo el país. La CGT ya confirmó que la jornada de protesta comenzará el 9 de abril con una movilización desde el mediodía, mientras que el 10 se concretará la huelga de 24 horas en todos los sectores adheridos.
Los gremios exigen paritarias libres, aumento de emergencia para jubilados y la reactivación de la obra pública, puntos en los que aseguran que el Gobierno no ha dado respuestas. “Hay un ataque contra el trabajador y un financiamiento que se está haciendo a costillas del ciudadano, y que no tiene límites”, agregó Gusso.
El rol del transporte en la protesta
La adhesión de la UTA es clave para el impacto del paro general, ya que afectará el servicio de colectivos urbanos, interurbanos y de larga distancia en toda la Argentina. Esto generará complicaciones en la movilidad de millones de personas, sumándose a otras protestas previstas para esa jornada.
Paro de la CGT del 10 de abril
La CGT también anunció que el 24 de marzo marchará en el Día de la Memoria, mientras que el 1 de mayo se movilizará por el Día del Trabajador. Además, el 27 de marzo habrá una cumbre de gremios en todo el país, en la que se definirán nuevas medidas de lucha si el Ejecutivo no atiende sus reclamos.
Mientras tanto, el Gobierno analiza convocar a los gremios “dialoguistas” para intentar frenar la medida de fuerza, aunque desde la CGT aseguran que la protesta “ya es un hecho”. La UTA, por su parte, reiteró que la situación del transporte público es crítica y que los trabajadores no pueden sostenerse con salarios que “pierden poder de compra todos los meses”.
El 10 de abril, Argentina vivirá una jornada de paralización total en el transporte público y otros sectores clave, en un nuevo capítulo de tensión entre el gobierno de Milei y los sindicatos.
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