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En Río Grande, dos choferes de colectivo se convirtieron en protagonistas de actos de solidaridad que no tardaron en volverse virales.
Luis Navarro, conductor de una unidad de CityBus, sorprendió a los pasajeros y automovilistas cuando, en plena avenida Belgrano de esa ciudad, detuvo el colectivo para ayudar a cruzar a un abuelo que no podía atravesar el intenso tráfico. Con las balizas encendidas y el apoyo de los conductores que frenaron al verlo, Navarro escoltó al hombre hasta la otra vereda, arrancando aplausos dentro y fuera del colectivo.
Por su parte, Agustín Aldea, chofer del Interno 15, no se quedó atrás. Mientras manejaba, una pasajera comenzó a toser de forma alarmante, con signos evidentes de ahogo. Aldea no solo paró el colectivo para asistirla, sino que fue más allá: bajó a comprarle agua y caramelos de miel para que pudiera recuperarse. El gesto dejó a los pasajeros conmovidos y, claro, a la mujer eternamente agradecida.
Desde la empresa CityBus destacaron ambos episodios, asegurando que se sienten “orgullosos de contar con choferes que anteponen el bienestar de las personas a cualquier otra cosa”. Pero el verdadero reconocimiento llegó de los vecinos de Río Grande, que no dudaron en compartir los gestos de Navarro y Aldea en las redes sociales, llenándolos de mensajes de agradecimiento y admiración.
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