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La participación de Ian Subiabre, nacido en Comodoro Rivadavia, ya ofrece un indicador nítido: cada vez que entra, cambia el partido. En el arranque del Mundial Sub-20 de Chile, el extremo de River Plate convirtió frente a Cuba y Australia ingresando desde el banco, y se consolidó como un recurso de impacto para un equipo que se ilusiona con llegar lejos.

En el debut, la Argentina venció 3-1 a Cuba. Subiabre ingresó a los 66 minutos por Maher Carrizo y marcó el 3-1 a los 90’ tras una jugada que culminó con una volea precisa. Sumó 24’, recibió 7.6 de calificación en Sofascore, intentó dos regates (uno efectivo), registró 12 toques, un tiro al arco y completó 3 de 5 pases. Su ingreso cerró el partido y confirmó su capacidad para aparecer en momentos calientes.

Festejo de gol contra Cuba.

En la segunda presentación, la Albiceleste goleó 4-1 a Australia. Subiabre entró a los 80’ por Álvaro Montoro y, otra vez en tiempo agregado, anotó a los 90’+3. En apenas 10’ tocó la pelota 9 veces, firmó 6/6 pases (100%), metió un pase clave y registró 2 tiros al arco. La plataforma le otorgó 7.5, reflejo de una influencia que excedió el puñado de minutos en cancha.

Su segundo gol en la competencia, contra Australia.

Ante Italia, en un partido más táctico y friccionado, la Argentina ganó 1-0 con gol de Dylan Gorosito. Subiabre ingresó a los 63’ por Alejo Sarco y aportó despliegue en 27’ con 16 toques, 7/9 pases (78%), dos regates (uno exitoso), además de duelos ganados (tres en el piso y dos aéreos) para sostener la ventaja. Su valoración fue 6.9, en una actuación de trabajo sucio y administración del resultado.

El balance de la fase de grupos perfila a Subiabre como revulsivo de alto impacto: 2 goles en 61 minutos, con 3 remates al arco acumulados y una circulación de pelota que, globalmente, se acercó al 80% de precisión en pases. Traducido en tasa de gol, su producción equivale a 2,95 tantos cada 90 minutos, una cifra que explica por qué el cuerpo técnico lo reserva para el tramo decisivo de los juegos.

El recorrido de la Selección Sub-20 entra ahora en territorio de definiciones. Con el rival de octavos aún a confirmar —entre Francia o Sudáfrica por el Grupo E, y Noruega, Colombia o Nigeria por el Grupo F—, lo único seguro es la cita: miércoles 8 de octubre, 16:30, en Santiago de Chile. Si avanza, el cruce de cuartos será ante Chile o México. En ese mapa, el patagónico asoma como carta para romper defensas cerradas o castigar en transiciones, un rol en el que ya demostró eficacia.

Para Comodoro Rivadavia y para la Patagonia, cada minuto mundialista de Subiabre es una vidriera que confirma un proceso formativo que lo llevó de la CAI al Más Monumental y, ahora, al escenario juvenil más exigente. Para la Argentina, su aporte llega como complemento ideal de un equipo que combina presión alta, amplitud y llegada desde segunda línea. La tabla dirá hasta dónde llega la Selección; los números, por ahora, ya dicen que el patagónico apareció cuando se lo necesitó.

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