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Todos los 31 de octubre, se celebra Halloween. Tradicionalmente, las personas se disfrazaban de vampiros, fantasmas, esqueletos, brujas y demonios, pero, con el tiempo, eso fue cambiando. Actualmente, además de continuar con ese hábito, también, hay quienes se visten de cantantes o personajes ficticios de sus series o películas favoritas. Acá, te dejamos un par de ideas de disfraces fáciles para la noche de brujas.
Halloween 2023: distintas opciones para disfrazarse
Sid: el antagonista de Toy Story
Es un joven malcriado y algo macabro, que se divierte destruyendo juguetes cambiándoles las cabezas.
Para recrearlo, necesitarás una remera negra con una calavera o un marcador textil para dibujarla, unos jeans, del mismo color, y un muñeco. También, se puede comprar un aparato dental de mentira.
Merlina de Los locos Addams
Una niña inteligente, estratégica y poco amistosa. Mantiene una mirada fija y se muestra indiferente los que la la rodean, aspecto que no parece importarle. Incluso, afirma disfrutarlo.
Para vestirse como ella, solo bastará con un vestido negro, unas trenzas y, si se desea hacerlo más “terrorífico”, podés pintarte las uñas y los labios del mismo color que el outfit.
El juego del miedo: Jigsaw
Este año, se estrenó la décima entrega de la película. Como en cada Halloween, siempre hay alguien que disfruta de personificar al macabro muñeco.
Para este disfraz, lo fundamental es tener la cara pálida, es decir, pintarla de blanco y hacer los círculos rojos en las mejillas. Por otro lado, con respecto a la ropa, utilizar un blazer negro y una corbata o moño rojo.
Scream
También, la clásica máscara de Ghostface es imprescindible.
Acá, solo tendrás que ponerte una túnica negra y, como accesorios, conseguir un cuchillo de juguete y la careta de la franquicia.
Charlie y la fábrica de chocolate: Willy Wonka
Este personaje se destaca por tener una personalidad relajada y alegre, pero excéntrica.
Solo necesitarás unos lentes, un sombrero negro, una campera roja, polera o remera negra, un palo (para hacer de cuenta que es un bastón) y, también, se puede agregar una peluca de pelo corto.
Halloween: ¿Cuál es su origen?
La noche de brujas fue introducida en el país del norte de Estados Unidos por los inmigrantes irlandeses, que celebraban el All Hallow’s Eve (Víspera de las reliquias), el día previo a la celebración católica del “Día de Todos los Santos”, que tiene lugar el 1 de noviembre.
Los antiguos pueblos celtas (grupo de tribus que vivieron en la parte central y occidental de Europa), solían realizar una gran ceremonia a fines de octubre para conmemorar el fin de la cosecha.
Esta festividad fue bautizada con la palabra gaélica “Samhain”, cuyo significado es “el final del verano” y se debe a que, durante la celebración, se despedían de Lugh, el Dios del Sol. A raíz de esto, creían que los espíritus de los muertos regresaban a visitar el mundo de los mortales.
El año céltico concluía el 31 de octubre, en el otoño, época que, según ellos, significaba “el fin de la muerte” o “iniciación de una nueva vida”. Esta enseñanza se propagó a través de los años de generación en generación.
“Lo que llamaríamos noviembre o, la primera parte de él, parece haber sido el tiempo designado para el fin de la cosecha y el comienzo del invierno entre los pueblos que hablaban o hablan lenguas celtas, principalmente representadas, hoy, por los irlandeses”, le explicó a CNN Joseph Nagy, profesor del Departamento de Lenguas y Literatura Celta de la Universidad de Harvard.
A pesar de que no hay muchos registros de cómo lo celebraban, se dice que, durante el festival, prendían hogueras en las cimas de las colinas para ahuyentar a los malos espíritus, según registra “Enciclopedia Británica” y, que la tradición de usar disfraces comenzó ahí, cuando los pobladores usaban máscaras para que los fantasmas no los reconozcan, ya que se creían que estaban presentes.
Por otro lado, su impacto ha si tal que muchas culturas, más allá del mundo anglosajón, la han adoptado y lo celebran el 31 de octubre.
Halloween: ¿Dónde comenzó la tradición de dulce o truco?
Se empezó a hacer en áreas del Reino Unido e Irlanda. La gente iba casa por casa haciendo “souling” (pedían panes pequeños llamados “pasteles del alma” a cambio de una oración). También, iban por comida y bebidas para intercambiarlo por una canción o un baile.
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